El Corpus Christi es probablemente la fiesta religiosa más antigua de Sevilla. En 1477 Isabel la Católica presidió las celebraciones y las crónicas nos remiten a que su origen fue muchos años antes.
Este jueves 19 de junio la ciudad se dispone a repetir un ritual centenario, que escenifica el carácter de la capital del Guadalquivir.
En España son tres las ciudades, Toledo, Granada y Sevilla que mantienen la celebración del Corpus 60 días después del Domingo de Resurrección. El resto de localidades lo hacen en el domingo más cercano a esta fecha desde que en 1965 el Concilio Vaticano II trasladara la fiesta del jueves al domingo.
La tradición hispalense implicaba a los antiguos gremios para que adornaran las calles y plazas por las que discurría la procesión del Cuerpo de Cristo. Ahora son los comerciantes y las hermandades las que han cogido el relevo para engalanar escaparates, balcones y levantar altares.
La Sevilla de hace 500 años tenía poco de ciudad limpia. Sus vecinos tiraban a la calle los restos de comida o el contenido de su orinal. Si a ello le unimos la ausencia de higiene personal de nuestros antepasados, podemos imaginar los olores que se concentraban en la ciudad. Es por ello que surge la costumbre de cubrir con hierbas aromáticas como el romero las calles por las que discurría la procesión.
Aunque originariamente solo salía en procesión la Custodia con el Cuerpo de Cristo, a lo largo de los siglos han ido incorporándose esculturas de los santos protectores de la ciudad. La última en hacerlo fue Santa Ángela de la Cruz en 2009, pero también procesionan San Fernando, San Isidoro, San Leandro y Santa Justa y Rufina.
La Plaza de san Francisco, la más antigua de la ciudad, es uno de los puntos calientes de la jornada. En ella el cortejo pasa por debajo de dos arcos efímeros que en la edición de 2014 aluden a la basílica de la Macarena y a la parroquia de San Sebastián.
Frente a la fachada del Ayuntamiento el altar municipal con la virgen de la Hiniesta, que en la víspera del Corpus se traslada a este emplazamiento. La Hiniesta Gloriosa es la patrona de la Corporación municipal como agradeciendo por poner fin a la epidemia de peste que asoló a la ciudad en 1649.