Utilizaba un arma de fuego para intimidar a los empleados y ocultaba su rostro parcialmente para evitar ser identificado. Cometía un robo cada mes y lo hacía siempre en supermercados de la misma cadena comercial.
La Policía Nacional ha detenido a un indivudio de 37 años de edad tras cometer un total de cuatro atracos en los últimos cuatro meses a supermercados de una misma y conocida cadena de este tipo de establecimientos.
Se trata de un experimentado atracador que contaba con varios antecedentes policiales previos que ocultaba parcialmente su rostro para dificultar su identificación y que empleaba un arma de fuego para intimidar a los empleados de los establecimientos.
Un atraco cada mes
La investigación se inició una vez que se tuvo conocimiento de distintos atracos cometidos en establecimientos de una misma cadena de supermercados ubicados en la misma zona de Sevilla capital y en los que el autor, por el modus operandi, parecía ser la misma persona.
Del inicio de la investigación se dedujo que el atracador contaba con gran experiencia hasta el punto de profesionalizar el delito y hacer de éste su modo de vida llegando a cometer hasta cuatro atracos en los últimos cuatro meses, uno cada mes.
Además, este individuo actuaba siempre en solitario y elegía el lunes en horario de apertura de los establecimientos para cometer los robos dado que era el momento en el que más recaudación había en los supermercados procedente del fin de semana.
Esperaba a que llegara uno de los trabajadores que habría en el local para posteriormente, y con un arma de fuego en la mano, entrar en el supermercado y amenazar a los empleados para que le entregaran el dinero, ocultando su rostro parcialmente para evitar ser identificado.
De esta forma cometió un total de cuatro atracos desde el pasado mes de febrero hasta mayo, con una frecuencia temporal de uno cada mes, obteniendo un botín total cercano a los 9.000 euros.
Con antecedentes por otros robos similares
Una vez obtenida la información durante la fase previa de la investigación, y conociendo los datos aportados por las víctimas en referencia a la descripción física, el modus operandi – uso de arma de fuego y disfraz – y tipos de establecimientos, zonas y horarios en los que solía actuar, se estableció un dispositivo policial para la identificación y localización del sospechoso.
Una vez localizado en su vivienda ubicada en el entorno de los establecimientos que habían sido atracados, los agentes pusieron en marcha un operativo para asegurar su detención y realizar el registro de su domicilio.
Tras el arresto, el detenido que ya contaba con antecedentes policiales previos por delitos de la misma naturaleza y al que se le pudo imputar igualmente otro atraco a una oficina de Correos de la misma zona, fue puesto a disposición de la Autoridad Judicial quien decretó su ingreso en prisión.