El imputado solo tenía licencia para conducir ciclomotores, no tenía seguro y además, dijo a los agentes que consiguió la pegatina de haber pasado la ITV en un desguace y la pegó en su parabrisas.

Una patrulla de motoristas de la Guardia Civil  se encuentra prestando realizando su labor de prevención en la autovía de circunvalación S-30, término municipal de Sevilla, cuando observa un vehículo en estado de deterioro evidente que circulaba por la mencionada vía, procediendo de manera inmediata a su detención.

A simple vista, los agentes visualizan que el parabrisas del turismo ostenta el distintivo de inspección técnica, aun así le solicitan la documentación al conductor y se comprueba que éste carece del permiso de la clase “B” y únicamente había obtenido licencia de circulación para ciclomotor. Además la ITV del vehículo consta como desfavorable con fecha 18/04/2008 y carecía de Seguro obligatorio desde 2003.

La Guardia Civil interroga al conductor del turismo y éste les manifiesta que consiguió la pegatina de la ITV con validez hasta el 2014 en un desguace y “que la colocó él mismo para que los transeúntes de su barrio vieran que su coche no estaba abandonado y para que la Policía Local no lo denunciase”.

 El Grupo de Investigación y Apoyo al Tráfico de la Guardia Civil comienza a investigar y comprueba que en la última ITV del vehículo favorable cumplió en diciembre de 2007. En 2008 la inspección dio un resultado desfavorable por un defecto grave que lo inhabilitaba para circular por vía pública. A pesar de esto, el conductor había recorrido casi 40.000 kilómetros con el mismo, generando un peligro concreto para la seguridad vial y careciendo además de seguro y de carné de conducir.

Finalmente la Guardia Civil imputa al vecino de Sevilla, R.E.U. de 51 años por los supuestos delitos antes mencionados.

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