Un estudio realizado por el grupo de Fisiopatología Cardiovascular del Instituto de Biomedicina de Sevilla y liderado por Tarik Smani, profesor del departamento de Fisiología Médica y Biofísica de la Universidad de Sevilla (US), ha sido publicado en la revista científica Molecular Therapy Nucleic Acids y ha aportado nuevos concocimiento en el tratamiento para pacientes que han sufrido un infarto.

El estudio se ha llevado a cabo utilizando muestras de corazón de un modelo animal, que simula un infarto de miocardio, y biopsias de pacientes con insuficiencia cardíaca para poder estudiar el efecto cardioprotector de la molécula urocortina-2 tras el infarto agudo de miocardio.

Tras la combinación de técnicas funcionales, bioquímicas y moleculares, las conclusiones obtenidas de este estudio señalan a la urocortina-2 como un potencial tratamiento para modular el miR-29a, una molécula que regula diferentes funciones celulares, cuya expresión aumenta significativamente durante el infarto. El tratamiento con urocortina-2 podría por tanto favorecer la recuperación de los pacientes.

El trabajo demuestra que la urocortina-2, a través de miR-29a, regula la expresión de genes relacionados con un tipo de muerte celular denominada apoptosis sugiriendo que el miR29a participa en la adaptación progresiva del corazón ante el estrés posterior al infarto.

Los microRNAs son ya considerados como objetivos farmacológicos prometedores para los trastornos asociados a las enfermedades coronarias. Los resultados obtenidos por el grupo de Smani abren la puerta a idear nuevas formas de tratamiento y mejorar el bienestar de los pacientes que han sufrido un infarto.

En este trabajo han colaborado María Fernández-Velasco, del grupo Innate Immune Response del IdiPAZ de Madrid, Nieves Domenech y María Generosa Crespo-Leiro, del departamento de Cardiología del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña, así como Ana María Gómez del Grupo de Señalización y Fisiopatología Cardiovascular del INSERM y la Universidad Saclay de Paris, Francia.