La oposición en bloque ha abandonado el Pleno extraordinario que se está celebrando en el Ayuntamiento para aprobar la memoria de gestión de la Oficina del Defensor del Ciudadano.
De esta forma, y según ha explicado a la prensa el portavoz socialista, Juan Espadas, dirigen su protesta al alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, “por su actitud intolertante, intransigente y por su incapacidad de diálogo con la oposición para consensuar una persona que, a juicio de todos los grupos políticos, de verdad represente a la ciudadanía de Sevilla”, en contraposición al actual defensor, José Barranca.
“Desde hace meses hemos dirigido por escrito, y verbalmente en innumerables ocasiones, la necesidad de consensuar un candidato, porque tanto el curriculum como las declaraciones públicas hechas por el defensor, claramente demuestran su carencia de objetividad, imparcialidad e independencia y, por tanto, de los requisitos básicos por los que esta figura debe funcionar”, ha insistido Espadas.
“Estos principios básicos vienen a corroborarse en el informe escrito por el que José Barranca se distancia de la creación de este órgano allá por 2006, un órgano independiente de la gestión municipal que tiene que evaluarla y que Zoido ha convertido en un apéndice de su Gobierno, no sólo con el nombramiento de una persona que se manifiesta de derechas y que emite un juicio de valor negativo del gobierno anterior y que critica la situación heredada”.
“Cree que es el Robin Hood o el guerrero del antifaz que viene a salvarnos no sé de qué”, ha sentenciado Espadas.
Asimismo, y para el portavoz municipal de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, “ha sido un acto de protesta y de rebeldía”, al tiempo que ha calificado de “despropósito inasumible” la celebración de una sesión que al final se ha llevado a cabo únicamente con la participación de los concejales del Partido Popular y que “en Izquierda Unida no estábamos dispuestos a legitimar con nuestra presencia”.
El portavoz de IU ha lamentado que el Gobierno local “haya optado por desoír los continuos llamamientos de la sociedad civil para que destituyera al señor Barranca como presidente de esta institución, dados sus antecedentes y trayectoria política, y que, como consecuencia de ello, no haya abierto un proceso de diálogo para consensuar el nombramiento de una persona con un perfil más acorde con la pluralidad y el equilibrio que requiere el desarrollo de sus funciones”.
En opinión de Torrijos, quien ocupa el cargo de defensor del ciudadano ha de concitar “un gran predicamento democrático y una enorme respetabilidad social, algo de lo que no goza el actual responsable de este organismo”.