El inmueble tiene 13 viviendas de uno y dos dormitorios. También se ha creado una sala multiusos que funcionará como espacio cultural donde se reflejará cómo eran antiguamente los corrales de vecinos trianeros.
El Corral de la Encarnación de Triana ya está restaurado. Después de haber sido sometido a una intervención integral de rehabilitación este espacio, catalogado como Lugar de Interés Etnológico, se vuelve a recuperar su función como corral de vecinos.
El inmueble cuenta con 13 viviendas de uno y dos dormitorios que serán ocupadas por vecinos trianeros que han vivido allí durante varias generaciones. El resto será adjudicado por Otainsa a familias con escasos recursos o mayores de 65 años con bajo nivel de rentas y que han perdido su domicilio actual.
Además, también se ha creado una sala multiusos, que se llamará Casa Tapón y que funcionará como espacio cultural que pretende reflejar a la ciudadanía cómo eran los antiguos corrales de vecinos trianeros. Esta sala se inaugurará con ‘Corraleras’, una exposición que reivindicará el papel histórico que tuvo la mujer en este tipo de corrales de vecinos.
El primer teniente de alcalde y delegado de Infraestructuras para la Sostenibilidad, Antonio Rodrigo Torrijos, quien ha estado presente en la inauguración, ha expresado que “estamos ante un ejemplo de cómo lucha contra las desigualdades, promoviendo el acceso a una vivienda digna a quienes tienen menos recursos”.
Tanto los antiguos moradores como los nuevos inquilinos que lleguen a través de las adjudicaciones del Parque Social, tendrán que abonar un 5% de sus ingresos económicos.
Los anteriores propietarios del inmueble, el Grupo Novaindes, cedió gratuitamente a través de convenio este espacio al Ayuntamiento de Sevilla. Además de esta cesión gratuita, valorada en tres millones de euros, este grupo aportó un millón más para la rehabilitación del Corral. Con este dinero y 500.000 euros de financiación municipal se ha llevado a cabo la rehabilitación, cuyo presupuesto total ha sido de un millón y medio de euros aproximadamente.
Como contraprestación, el convenio contemplaba el desarrollo urbanístico de la parcela colindante, aunque esta operación está paralizada por la falta de capacidad inversora de los propietarios.
De esta forma, se frenó el deterioro del inmueble, puesto que la propiedad no cumplía con su deber de conservación y presionaba a sus legítimos moradores para que abandonasen completamente las viviendas, a fin de poder realizar una operación de venta del local.
Finalmente, tras la rehabilitación, el edificio será habitado por cuatro familias que han vivido en él durante varias generaciones, como la familia Corrientes –descendiente del ya fallecido Eduardo Corrientes, un luchador por la permanencia de los Corrales de Triana-.
Dos tipos de viviendas de uso temporal
En función de la finalidad social, las viviendas para uso temporal son de dos tipos. Por una parte, hay ocho viviendas de un dormitorio que tienen un espacio único, donde se sitúa la cocina, una estancia principal y un dormitorio.
Por otra parte, existen cinco pisos de dos dormitorios que están formados por un espacio principal, donde se ubica el salón-comedor-cocina, sin divisiones, un dormitorio principal y otro secundario, además de un cuarto de baño.