iborra vigo

El Sevilla logra un holgado triunfo en la siempre difícil plaza de Balaidos, con Iborra haciendo un hat trick saliendo desde el banquillo.

 

Victoria de mucho peso, de esas que además de puntos dejan confianza, la que ha logrado el Sevilla FC en Balaidos, un campo donde el Celta de Vigo encadenaba cinco triunfos consecutivos en Liga. El Sevilla ganó convenciendo, dominando con jerarquía al principio y madurando el choque con sobrado empaque una vez que Vicente Iborra abrió el marcador al poco de comenzar la segunda  mitad. En ventaja los hombres de Sampaoli supieron jugar con mucha inteligencia, aprovechándose del ímpetu de un Celta que buscando el empate dejó demasiados espacios. Vicente Iborra, que salió en el descanso por lesión de Pareja, tomó el papel de hombre gol, haciendo el tanto de la sentencia y culminando una tarde inolvidable desde los once metros para lograr el primer hat trick de su carrera.

 

El Sevilla comenzó dando su mejor versión, acaparando el juego y encerrando al Celta durante un primer cuarto de hora de dominio abrumador. Cómodo y con mucha presencia, el equipo de Jorge Sampaoli tuvo varias ocasiones claras para ponerse por delante, siempre con Nasri ejecutando el último pase con su tremenda calidad. El francés dejó solos a Franco Vázquez y a Ben Yedder, siendo especialmente clara la ocasión del francés, pero en ambos casos Rubén Blanco le ganó la partida a los atacantes nervionenses.

Era difícil mantener el ritmo de juego, con una presión muy intensa, pero el Sevilla, que jugaba con Sarabia como lateral izquierdo, aunque perdía protagonismo por la lógica reacción del Celta, no le perdía la cara a un partido que en la recta final del primer tiempo tuvo alternativas para los dos equipos. Iago Aspas lo intentó desde la frontal y fundamentalmente con un cabezazo muy claro, aunque Sergio Rico lució con intervenciones de mérito. El Sevilla, por su parte, rozaba el primero con la cabeza de Nzonzi, que mandaba un testarazo al larguero tras ser asistido por Franco Vázquez.

El choque llegaba al descanso mucho más igualado que como comenzó. El Sevilla en la reanudación saltaba con la novedad de Iborra por Pareja, quedándose el argentino en la caseta por una inflamación en la rodilla izquierda. Lo que son las cosas, ni seis minuto necesitó el capitán para abrir la lata, con un cabezazo inapelable al bote de un córner de Sarabia. El Sevilla, que había transmitido mucho peligro en las acciones de pizarra, lograba el que ya es su séptimo gol en jugadas de estrategia.

La ventaja del Sevilla condicionó el partido, porque el Celta, obligado por el marcador adverso, dio un paso adelante y el Sevilla esperó a los vigueses para intentar aprovechar los espacios que dejaban atrás, todo ello con Samir Nasri como principal catalizador de toda la ofensiva nervionense, marcando las pautas del juego. En realidad hubo de todo. El Sevilla tenía ocasiones claras, principalmente Vitolo, que envió arriba una gran jugada de equipo, pero el Celta también se acercó con mucho peligro al área de Rico. En cualquier caso destacó como en Lyon el buen hacer de los hombres de Sampaoli en la faceta defensiva, sabiendo jugar con el resultado y anulando a uno de los futbolistas del momento como Iago Aspas.

El partido entró en su recta final con el Celta, como era de esperar, volcado y frustrado ante el orden del Sevilla, que sentenció el choque a seis minutos del final, después de una salida limpia de balón de Kolo, que acababa de salir por Franco Vázquez, acabara con asistencia de Vitolo y definición de delantero centro puro de Vicente Iborra. El valenciano parecía cerrar una tarde de ensueño, pero aún le quedaba un capítulo más, porque ya con el tiempo cumplido ejecutaba un penalti cometido sobre Correa. Iborra se convertía de ese modo en la auténtica estrella de un choque en el que no partió como titular y al que de hecho entró por la lesión de un compañero. Son las cosas del fútbol, pero también el acierto de un entrenador que perdió a un central y lo reemplazó por un mediocentro, y la implicación de jugadores como Iborra, siempre presto para dar la cara cuando se le requiere.