La Audiencia de Sevilla ha condenado a tres años y a un año y diez meses de cárcel a una pareja por delitos contra la salud pública y de defraudación de fluido eléctrico, tras confesar ambos que vendían cocaína, hachís y heroína en su vivienda de Guillena, donde además estaban enganchados a la luz.

La Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla declara probado que, al haberlo reconocido los propios acusados, en junio de 2022, en un domicilio de Guillena habitado por esta pareja, «se podía encontrar una plantación de marihuana».

En un registro policial acometido el 30 de junio los agentes encontraron «una pastilla de 237 gramos de cannabis, una papelina de cocaína de 0,1 gramos y una pureza del 75%, una bolsa con 72 gramos de cocaína con una pureza del 72%, otra bolsa con 27 gramos de heroína con una pureza del 52%, una balanza de precisión, una máquina para contar solo billetes y 685,80 euros en efectivo procedentes de la venta» de tales sustancias.

Venta de las sustancias

Según la sentencia condenatoria, el varón «poseía tales sustancias para su posterior distribución a terceras personas», mientras ella, «en alguna ocasión ocultó la droga para evitar su descubrimiento». También se declaró probado que «realizaron por sí o por otras personas a su instancia una doble acometida a la red eléctrica para evitar el coste del suministro consumido, causando a e-distribución Redes Digitales un perjuicio cuantificado» en 2197 euros.

Dado el caso, el varón ha sido condenado a tres años de cárcel y multas que suman 10.540 euros por un delito contra la salud pública y otro de defraudación de fluido eléctrico, con la atenuante de drogadicción y confesión. Su pareja es condenada a un año y diez meses de prisión y multas por el mismo importe, como cómplice del primer delito contra la salud pública y autora del delito de defraudación de fluido eléctrico en la vivienda de ambos en Guillena. Además, ambos son condenados a indemnizar a Endesa con 2197 euros.