La madre del menor de 17 años detenido el pasado domingo en Montellano por terrorismo ha quedado en libertad. La mujer había sido arrestada tan solo 24 horas después de su hijo por presunta colaboración con su hijo. La Audiencia Nacional continúa investigando al caso después de ordenar este martes el internamiento del joven durante seis meses por riesgo de «fuga» y reincidencia. Se le acusa de delitos de integración terrorista por su pertenencia a Estado Islámico, adoctrinamiento y tenencia de explosivos.
En el auto, el juez de menores accedía este martes a la solicitud de internamiento del menor de la Fiscalía. El ministerio público aseguraba que «existe un riesgo de fuga evidente dada la gravedad de los hechos y la pena que llevan aparejados». Se trata de unos delitos de «enorme gravedad» que justificarían su internamiento en un régimen cerrado. El auto incluye todos los indicios de que el menor se habría hechos con diversas sustancias para elaborar explosivos.
El joven también se habría pronunciado sobre su adhesión al Estado Islámico, según recoge la resolución, y tendría en su teléfono móvil diverso material yihadista. El menor, detalla el auto, se encuentra «altamente radicalizado» y está obsesionado con la temática militar. Es, además, «tremendamente homófobo y antisemita».
Precursores de explosivos
El Grupo de Desactivación de Explosivos de la Policía que ha evaluado las sustancias incautadas ha concluido que estas son «precursores de explosivos». Además, el pasado 21 de enero, siendo ya investigado por la policía, el menor se dirigió a un zona de campo donde se escucharon diferentes detonaciones, afirma el juez. Estos hechos llevaron a pensar que el joven podría estar haciendo pruebas de los explosivos que tenía en su poder, lo que desencadenó su detención.
Alejarle de la radicalización
La medida de internamiento en régimen cerrado permitirá alejarle del proceso de radicalización en el que está inmerso, evitando así daños a terceros, según apunta el auto. En este contexto, el juez hace constar que la medida se adopta en interés del menor, puesto que el centro de reforma garantiza la adopción de todas las actividades necesarias para el desarrollo de la personalidad del joven, así como la continuidad en su escolarización y formación iniciada.