Necrópolis de Urso.

Guardias civiles del Seprona de Sevilla han realizado una investigación sobre construcciones ilegales ubicadas en el término municipal de Osuna, concretamente dentro de la zona denominada Urso, declarada como Bien de Interés Cultural desde 2001. Esta zona arqueológica es uno de los enclaves más importantes de la Hispania romana, en el que se conservan numerosas tumbas excavadas en la roca con vestigios de lo que debió ser una extensa ciudad mortuoria, con una antigüedad estimada cercana al siglo VIII a.C.

Es por lo que, de manera inmediata y con el objetivo de dar plena protección y restitución de los valores arqueológicos existentes, se realizaron de manera urgente todas aquellas gestiones tendentes al esclarecimiento de los hechos y averiguación de su autoría de las construcciones, dando como resultado la investigación de las 15 personas responsables.

Gracias a la investigación, se pudieron obtener suficientes indicios para comprobar que para cometer los delitos contra la Ordenación del Territorio en una zona BIC, la finca se había dividido en parcelas más pequeñas con cerramientos perimetrales para la posterior realización de todo tipo de construcciones ilegales, ocasionando daños irreparables en la zona protegida. Con ello, la Guardia Civil ha conseguido evitar la continuación del daño e iniciar el proceso para la restitución de los bienes.  

Una ciudad con miles de años de historia

La zona arqueológica de la antigua ciudad de Urso, se asienta sobre una plataforma calcarenítica de época terciaria, de 398 metros de altitud, que forma parte del reborde norte de la Subbética, y desde donde se domina una amplia extensión de la campiña circundante. Urso estaba atravesada por la vía que unía Hispalis con Antikaria, perpetuada hoy por la Vereda Real de Granada, que cruza el yacimiento de este a oeste. La importancia de Urso en la antigüedad queda reflejada en las referencias de diversos autores clásicos, tales como Apiano, Diodoro Sículo, Julio César, Estrabón o Plinio el Viejo. Pero más significativas aún que estas citas son los numerosos hallazgos arqueológicos de todo tipo acaecidos en el yacimiento, entre los que destacan especialmente los relieves de guerreros indígenas (procedentes de una tumba monumental), y la ley colonial denominada Bronces de Osuna, uno de los testimonios epigráficos más importantes del mundo romano.

Las excavaciones acometidas en Osuna desde 1903 han puesto al descubierto estructuras de hábitat, fortificación o necrópolis pertenecientes a épocas diversas, que abarcan desde el período orientalizante hasta la Edad Media, todo lo cual confirma una prolongada continuidad del poblamiento en la zona. De entre los numerosos restos constructivos que aún se conservan destacan el teatro y las tumbas hipogeas de la Vereda Real de Granada.