La Policía Nacional ha liberado a tres víctimas de explotación laboral en campos de la localidad sevillana de Brenes y obligadas a vivir sin documentación, en viviendas compartidas por más de 15 personas, que se encontraban en condiciones insalubres.

Los agentes han detenido, en el citado municipio, a seis personas por su presunta pertenencia a una organización dedicada a la Trata de Seres Humanos con fines de explotación laboral y pertenencia a grupo criminal, que se dedicaban a dar empleo ilegal en el campo a ciudadanos extranjeros, donde les explotaban y abusaban de su situación de indefensión, con el objetivo de enriquecerse a costa de su vulnerabilidad.

Viviendas compartidas con más de 15 personas, cucarachas y suciedad

La investigación Qulumbira comenzó en septiembre de 2022, cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de una organización criminal, dedicada a la explotación de personas en tareas agrícolas, llevadas a cabo en fincas, situadas en el municipio de Brenes.

Los detenidos contrataban también a ciudadanos extranjeros que se encontraban ilegalmente en España, para trabajar a cambio de un salario precario en el campo, con el fin de obtener el máximo beneficio.

Exhaustivo control en materia de documentación y extranjería

Tras una compleja investigación, los agentes pudieron comprobar que efectivamente, los trabajadores eran trasladados desde la avenida de Villaverde del citado municipio, hasta fincas cercanas al mismo, en diferentes vehículos.

Ello les permitió llevar a cabo un amplio operativo policial en el que se realizó un exhaustivo control en materia de documentación y extranjería, identificando los agentes a un total de 23 ciudadanos, de los cuales ocho eran extranjeros, y de estos, cinco se encontraban en situación irregular en España. Siendo además, tres de ellos, víctimas de Trata de Seres Humanos.

Jornadas de hasta 12 horas con un salario precario

La organización engañaba a estos ciudadanos en sus lugares de origen, con falsas promesas de conseguir un trabajo que mucho distaría de la realidad con la que se encontraron. Cuando las tres víctimas llegaron a Brenes, los captores les retiraron su documentación y les obligaron a desempeñar tareas agrícolas durante infinitas jornadas laborales, que duraban más de doce horas al día, descansando únicamente para comer. Terminada la faena descansaban lo que podían en viviendas compartidas con más de 15 personas, cucarachas y suciedad.

El salario que percibían era, en el mejor de los casos, de 50 euros semanales, ya que en otros casos, las víctimas contraían una deuda con la organización cada vez más elevada y no recibían contraprestación alguna por las tareas desempeñadas, las cuales realizaban sin contrato.

Seis personas, presuntamente pertenecientes a la organización, fueron detenidas por estos hechos y puestas a disposición judicial, una vez terminadas las diligencias oportunas en sede policial, acusadas de Trata de Seres Humanos con fines de explotación laboral y pertenencia a grupo criminal.