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El presidente de la CHG y el alcalde de Tomares han visitado este miércoles el tanque de Tormentas de Tomares, que está al 70% y con el que «se acabarán las inundaciones para siempre».

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, ha ejecutado ya el 70 por ciento de las obras del tanque de tormentas de Tomares, un proyecto que tiene como objetivo dar respuesta a los frecuentes problemas de inundación que sufre esta localidad de la comarca del Aljarafe sevillano.

Según informan agencias, el presidente de la CHG, Manuel Romero, ha explicado durante una visita a las obras que esta iniciativa permitirá que ante un importante volumen de precipitaciones, «el excedente de las aguas de lluvia sea retenido en el tanque para devolverlo a la red una vez que el caudal sea inferior al de su capacidad de desagüe, evitando que el agua inunde las calles.».

Tomares, al igual que otros muchos municipios de Sevilla, y muy especialmente los del Aljarafe, debido a su orografía en cuesta y al clima mediterráneo, padece con frecuencia inundaciones cuando se producen lluvias torrenciales que hacen que la red de saneamiento no pueda asumir el agua caída en un período corto de tiempo.

Romero, que durante la visita ha estado acompañado por el alcalde de la localidad, José Luis Sanz, ha recordado que este proyecto cuenta con una inversión de 4.794.627 millones de euros, de los cuales el órgano de cuenca ha asumido el 80 por ciento a través de fondos Feder, mientras que Aljarafesa, futura titular de las obras, financia el 20 por ciento restante.

Sanz ha asegurado que «el tanque de tormentas es la solución definitiva que acabará para siempre con las inundaciones en Tomares». El alcalde ha agradecido la apuesta decidida de la CHG y de Aljarafesa por el municipio, «porque Tomares necesitaba urgentemente una solución definitiva a un problema histórico que se va a solventar con esta gran obra».

«Tras buscar varias alternativas, todos los expertos en materia hidráulica llegaron a la misma conclusión: que la solución para siempre al problema pasaba por la construcción de un gran tanque de tormentas en la céntrica avenida de Blas Infante, que es donde se regula el 75 por ciento de las cuencas que confluyen en Tomares», ha asegurado el regidor tomareño.

El tanque de tormentas de Tomares, que se tiene previsto finalizar en la próxima primavera, es la obra de ingeniería más importante que se ha realizado nunca el Aljarafe el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para acabar con inundaciones, un sistema que ya se viene empleando con éxito en muchas ciudades europeas y españolas como Madrid, Sevilla, Barcelona o Bilbao.

Con una inversión de 5 millones de euros, financiados en un 80% por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (a través de Fondos Feder) y en un 20% por Aljarafesa, se trata de un gran depósito subterráneo con capacidad de 16.000 m3 (el equivalente a seis piscinas olímpicas), de 83,7 metros de longitud, 30,15 de anchura y 10 de profundidad.

Cuando se producen lluvias torrenciales durante una tormenta, el depósito almacena gran parte de esa agua evitando que discurra de manera descontrolada por las calles y provoque inundaciones. Una vez pasada la tormenta, el tanque devuelve su contenido a la red de manera limpia y controlada.

Para garantizar el éxito de esta gran obra de ingeniería, el tanque de tormentas lleva aparejada otras dos obras complementarias en dos puntos críticos del municipio, un minitanque de tormentas en el Polígono El Manchón, y la ampliación de la red saneamiento de la calle Maestra Antonia Caracuel, ya realizada, que contemplan una inversión de más de dos millones de euros, financiados también en un 80% por Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y en un 20% por Aljarafesa.

La obra en el Manchón, que se tiene previsto que se inicie en la próxima primavera, contempla la construcción de dos colectores generales en las calles Conil y Ubrique, que recogerán el agua de lluvia de Parque Aljarafe y del propio Manchón para luego bombearla al Guadalquivir.