La Junta de Andalucía ha invertido 7,6 millones de euros en el acondicionamiento de la vía que une Alanís y Guadalcanal, en la que entre otros acondicionamientos se ha llevado a cabo su ampliación y la correción de curvas peligrosas y pendientes acentuadas, que suponían un peligro para la circulación.
Sevilla Actualidad. El consejero de Obras Públicas y Transportes, Luis García Garrido, ha presidido la puesta en servicio de la carretera A-433 entre los municipios sevillanos de Alanís y Guadalcanal. Un proyecto que ha supuesto una inversión de 7,6 millones de euros.
Los trabajos han supuesto un ensanchamiento de la calzada, así como la rectificación de ciertas curvas y pendientes pronunciadas, todo ello con el fin de mejorar la seguridad en esta carretera de la Sierra Norte de Sevilla.
Tras las obras, la vía tiene una calzada de 6 metros de ancho con un carril por sentido y arcenes de un metro. Durante las tareas de acondicionamiento también se ha restituido la vía pecuaria Vereda de Guadalcanal, que discurre en paralelo a la carretera, y se ha construido un puente de 82 metros de longitud para salvar el curso de la ribera de Benalija y la Cañada Real de las Merinas.
Por otra parte, se ha construido una intersección con la carretera que va a Malcocinado (Badajoz). Además, se ha instalado un carril de vehículos lentos en un tramo con una pendiente del 4,17 por ciento. Este carril para vehículos lentos complementa a los realizados recientemente entre Cantillana-El Pedroso y El Pedroso y Cazalla.
Una vez terminada la carretera sólo falta la retirada de las partes de la carretera que han quedado en desuso entre el antiguo trazado y el nuevo, así como la replantación de algunas zonas y la construcción de un área de descanso.
Este proyecto está incluidos en el Plan para la Mejora de la Accesibilidad, la Seguridad vial y la Conservación En la Red de Carreteras de Andalucía (MASCERCA), que la Consejería de Obras Públicas y Transportes ha puesto en marcha entre los años 2004 y 2013 y es financiado con fondos del programa FEDER de la Unión Europea.
El Plan MASCERCA tiene entre sus objetivos el de mejorar la accesibilidad y la conectividad en el interior de las regiones, con especial atención a las áreas con peores condiciones de acceso, facilitando la movilidad de las personas y el intercambio de bienes y servicios, y con ello, el desarrollo de la economía de la zona.