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Se pusieron en marcha tras las riadas de finales de 2010 y han contado con una inversión de más de siete millones.

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha hecho entrega a los ayuntamientos de Alcolea y Écija de las obras de emergencia que se pusieron en marcha el pasado año tras los episodios de intensas lluvias ocurridos en 2010 y que provocaron numerosos daños en estas localidades.

Las lluvias del invierno de 2010 ocasionaron el derrumbamiento del muro de defensa de la margen derecha del río Guadalquivir a su paso por Alcolea y provocaron daños en la vía paralela y en los patios de las casas próximas, lo que obligó al desalojo de siete viviendas. Igualmente, en Écija, el reiterado desbordamiento del Argamasilla provocó numerosos destrozos en la localidad. 

Ante esta situación, la Consejería de Medio Ambiente declaró de emergencia las obras destinadas a prevenir futuros episodios de inundaciones a partir de nuevas infraestructuras y a reparar y adecuar las existentes que fueron dañadas por las fuertes avenidas.

Tras un año de trabajo y una inversión de más de siete millones de euros, las obras en Écija y Alcolea se encuentran finalizadas y han sido recepcionadas por sus respectivos ayuntamientos, que asumen así la titularidad de las nuevas infraestructuras. Para el delegado provincial de Medio Ambiente, Javier Fernández, la culminación de estas obras garantiza la respuesta de la localidad ante posibles episodios de lluvias intensas como los ocurridos en los inviernos anteriores y aumenta la seguridad ciudadana.

En Alcolea, la actuación ha contado con un presupuesto de 3,6 millones de euros para la reconstrucción y mantenimiento del muro de defensa que evitará inundaciones en el casco urbano y beneficiará a 3.400 habitantes. La obra ha consistido en la recomposición de la parte derrumbada del muro, con la colocación de dos contrafuertes de pilotes sobre los que se ha dispuesto un muro de hormigón. La primera barrera de pilotes ha servido para resguardar la obra de la erosión y la segunda para resistir los empujes del agua.

El resto del muro, que también fue afectado por las crecidas del río, se ha reforzado con distintos anclajes. Asimismo, la actuación ha contemplado la reposición de la urbanización de la calle afectada y de la zona exterior de las viviendas.

En Écija la situación del casco urbano, atravesado por el río Genil y el arroyo Argamasilla, mantenía a la localidad en un especial riesgo de inundaciones. Además del encauzamiento del Arroyo Argamasilla -actualmente en ejecución- para ampliar exponencialmente la capacidad de caudales y derivarlos fuera del núcleo urbano, se declararon una serie de trabajos de emergencia que pretendían proteger la localidad de las crecidas del arroyo Argamasilla y Físico.

Con una inversión de tres millones y medio de euros, estos trabajos se centraron fundamentalmente en la limpieza del viejo cauce soterrado del Argamasilla, donde las conducciones, con aproximadamente 1.800 metros de longitud, quedaron expeditas tras retirarse 4.000 metros cúbicos de residuos.

Se levantaron además dos diques de contención provisionales para regular la entrada en Écija de los cauces del Argamasilla y Físico. El primero de ellos dispone de una capacidad para retener un volumen aproximado de unos 32.000 m3. En el caso del Físco, el dique levantado permite un volumen de embalse aproximado de 31.000 m3.

Para limitar el caudal de entrada en el colector, conjuntamente con estos diques, se dispuso una compuerta de regulación en la embocadura del Argamasilla, a su entrada al núcleo urbano. Por último, para mejorar el sistema de protección de la ciudad ante las crecidas del Genil, se procedió a la puesta en funcionamiento de las estaciones de bombeo para elevar las aguas de lluvia de la red de colectores hacia el río.

A estas actuaciones declaradas de emergencia por la Consejería de Medio Ambiente se suma la de Lora del Río, donde el desbordamiento del Arroyo Churre en 2010 ocasionó múltiples daños en el núcleo urbano y conllevó el desalojo de 150 familias. La Consejería de Medio Ambiente ha invertido 4,5 millones de euros en la  construcción del nuevo muro de defensa de la margen derecha del Guadalquivir para prevenir inundaciones en el casco urbano y garantizar la seguridad a cerca de 20.000 habitantes.

Este muro abarca desde la estructura situada en la carretera A-457 hasta la desembocadura del arroyo Churre y tiene una longitud de 1.440 metros en el río Guadalquivir y 880 metros en el arroyo y una altura media de 7 metros. Además, la actuación ha supuesto el recrecimiento de la margen izquierda del arroyo. Para evitar cualquier desbordamiento, la cota dada al muro de contención y al recrecimiento de la margen izquierda del Churre alcanza los 37,5 metros.

A falta de la terminación del camino de coronación sobre el muro, el resto de la actuación se encuentra finalizado y en breve se entregará también al ayuntamiento.

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...