El Graderío de la Catedral, por Mercedes Serrato

Los cofrades, como el sevillano o el ser humano en general, gozan de una doble moral envidiable. Envidiable porque sale de forma espontánea, sin ningún tipo de remordimiento, sin sentimiento de contradicción alguno, es natural, y se manifiesta en  ejemplos claros como “haz lo que yo te diga, no lo que yo haga”, “lo que hagan los demás está mal hasta que me toque a mí” y la siempre recurrente “ser más papista que el Papa”.

Mercedes Serrato. Estos tres dogmas confluyen en un fenómeno que desde hace varios años se viene produciendo en esta ciudad, las salidas extraordinarias.

Vaya por delante que yo soy una “jartible” como pocas, y que me alegro con pequeños retazos que durante el año traen recuerdos de la Semana Grande, quizás ahí empiezan las contradicciones ocasionadas por la primera sentencia que  señalaba al principio.

Imagino que el problema fundamental es que estamos perdiendo el Norte. Lo empezamos a perder desde que muchas de las procesiones y salidas extraordinarias, incluso las coronaciones, no tienen sentido, no tienen una base sólida. Cualquier motivo vale, aniversario, efeméride de mayor o menor importancia. No me gustaría ser muy dura, porque podría dañar incluso a amigos míos, pero uno de los requisitos para la Coronación es que la imagen tenga una devoción amplia y reconocida, y no me hace falta dar nombres para que muchos sepamos que esto no se cumple en muchos casos, sobre todo en los últimos tiempos. Siendo realista, la primera que no sería coronada si se atiende a los cánones estrictos, sería la mía, pero bueno, tampoco es imprescindible ni un proyecto en mi Hermandad.

Por otra parte, he visto a muchas personas, cofrades de a pie y de Junta de Gobierno, incluso algún miembro de la Iglesia despotricar sobre todo esto pero… aquí llegamos a la segunda arista de mi teoría, y sus opiniones serias  y firmes se desvanecen cuando les toca a su dolorosa o se celebra el aniversario de cualquier cosa ocurrida en su corporación.

Pero si queremos ser realistas de verdad y tener todos los elementos de juicio hay que reconocer que la culpa de las hermandades y cofradías es relativa. Al fin y al cabo, el hombre propone y Dios dispone, y es la representación de este en la ciudad junto con el Consejo quien decide. Podría señalarse a algún responsable, pero no seré yo quien lo haga aquí, podría incluso recordarse que muchos acusaban al Cardenal Amigo de tener la manga muy ancha en ese sentido, pero tampoco entraré a juzgar eso. Sólo digo que cuando nos quejamos de que últimamente  parece que solo se quiere “jugar a los pasitos” pensemos que de un modo u otro esto es “Asesinato en el Orient Express”, y que puñalada a puñalada, todos lo asesinamos…

Tal vez había que hacerse más tajante en la última de las afirmaciones con las que abrí este graderío, y a veces, habría que  ser un poquito más papistas  que el Papa para evitar este baile de procesiones en que parece que estamos entrando.

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...