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La ciudad que parece vivir de fiesta en fiesta, sigue su vagar por las altas temperaturas primaverales y sus coloridos intentos de atraer turismo. En Sevilla queremos vivir para nuestro disfrute propio, pero acabamos viviendo para el disfrute ajeno.

Critican la extensa Feria de Espadas, o de Cabrera, cuestión de gustos. Acusaciones de que se ha hecho todo sin pensar en la sevillanía, mirando al turismo nacional e internacional, para el que incluso se ha montado una caseta… Se olvidan de que Zoido quiso montar una calle perpetua de la Feria, para no privar de la experiencia ferial a quienes nos visitan fuera de esa semana…

Ya saben, en esta ciudad lo que se debe pensar se lanza desde tribunas de tres letras, cogiendo el alfabeto por el lado que convenga, y desde ahí se pondrá a prueba la fragilidad de la memoria de una urbe que suele tener demasiados episodios de amnesia como para aprender de sus errores e incluso, como para aprender de sus aciertos.

Por eso consentimos que se desperdicien ríos de tinta y bilis despotricando de la longitud de la semana feriada y por ejemplo, no se hable una palabra de la laxitud de las autoridades con respecto al horario del paseo de caballos por el Real.

Resulta casi agotador estar siempre a merced de que nos digan como deben ser las cosas. Un fulano teclea dos folios de procesador de texto, y ahí está la lección magistral de lo que es y no es la sevillanía. La Feria es esto y no es aquello, porque yo lo digo y mis amigotes me dan la razón. Y si fuera poca esta tensión, luego viene la política, la gente que detenta y ejerce el poder, que también saben lo que usted es, lo que quiere ser y lo que necesita ser. 

Probablemente, no hay político, incluso política, que no lleve dentro de sí un pequeño Napoleón; un joven airado con su propio concepto de grandeza.

Tener una grandiosa obra reformadora es primordial, legarla es lo deseable, y convertirse por ello en un ser mítico es el sueño y el anhelo.

Que la Feria y su nuevo modelo triunfe o fracase es lo único que importa, aunque personalmente yo me siento más aliviada por recuperar un servicio de transporte público que si bien durante todo el año es manifiestamente mejorable en prácticamente todos los sentidos, durante esta semana ha sido realmente nefasto si no te dirigías al Real.

Desconozco si a Espadas y su pandilla esto les ha preocupado esta semana, del mismo modo que creo que a pontificadores y juntaletras les ha importado lo mismo… Es lo que tiene no coger el 13, que pierdes un enorme fragmento de sabiduría ciudadana.

La Feria no es lo que se dice desde las líneas cabreadas de voceros a sueldo, ni siquiera lo que el Excelentísimo Ayuntamiento gestiona. Yo no voy a decirle lo que es la Feria, porque probablemente usted lo sabe igual o mejor que yo.

Un amigo comentaba la primera noche de esta fiesta, que tratando de explicarle a un compañero de piso argentino de que iba esta milonga, le había resumido la idea diciendo que era nuestro networking particular. Y eso también es cierto, aunque no se diga desde las tribunas.

Una compañera de trabajo me lleva repitiendo varios días que si hubiera trabajado en la Feria como hizo ella, jamás volvería a verla igual, y probablemente dejaría de gustarme. Seguramente, tenga parte de razón, y también es eso esta fiesta.

En un reencuentro con una amiga, concluíamos, en un plano más sentimental, que la vida pasa, pasa de todo en un año, y la Feria está ahí, pese a todo lo que te haya ocurrido, para bien y para mal. 

La Feria, con modificaciones y todo, es lo que es. Las tradiciones inventadas hace dos días son las que nutren esta ciudad, y esta Feria, ha sido.

No quiero completar la frase, que podría rematar de muchas maneras. Ha sido. Sin más, ha sido y ha pasado y sería conveniente que tras una semana de regocijo, nos centremos en cosas menos alegres y quizás, más necesarias, y el año que viene… pues ya se verá.

Técnica Superior en Integración Social, Graduada en Trabajo Social, Especialista Universitaria en Mediación, Máster Oficial en Género e Igualdad. Actualmente Doctoranda en CC. Sociales; investigadora...