mercedes-serrato-14-noviembre-2016

Llevo una temporada demasiado inmersa en cuestiones formales del aprendizaje académico, y eso, por más que te guste, llega a atrofiarte las neuronas por el sometimiento a la literatura especializada.

La suerte de saber que no todo se aprende en los libros es tomar conciencia de que te queda el resto del universo para aprender.

Ya una vez apunté lo maravilloso de que la UPO tenga una peña flamenca. Y ojo, digo maravilloso no en un sentido frívolo del término: no es maravilloso como genial e improvisado, sino que es genial que haya quienes trabajen, poco a poco y en silencio por algo tan bello.

Jesús Heredia tiene 83 años, uno más que el difunto Leonard Cohen. A su edad, el cante le sigue acompañando. No es un chiquillo, cosa que él mismo nos advirtió, pero para cualquiera con sensibilidad, no hay asombro mayor que el admirar las facultades que aún posee, y el magistral dominio de la imperfección que demuestra.

La pedantería no dudaría en llamar al ratito que vivimos con él «Máster Class», y el marketing postmoderno lo denominaría como «Sesión de cante pedagógica», ahora que hasta las típicas matanzas del cerdo en Aracena pueden ser tal cosa.

La explicación, llana a la vez que cultísima de cada cante y cada palo, demostraba que la capacitación docente universitaria de ANECA es papel mojado cuando te das de bruces con la verdadera excelencia.

Y es que hasta el chirriar del metro sonaba a compás en esa fría tarde de viernes en que Jesús Heredia rescataba el cante de las minas, según él, «jondo y hondo, que ninguno viene de más profundidad que el que sale de la tierra». Intercalaba anécdotas de Caracol, Mairena, Marchena, la Niña de los Peines. Se reía de los premios que había logrado, afirmando que algunos se los dieron por pesado, y yo me preguntaba si allí, en el entorno de la comunidad científica, podría venir la gente de Biotecnología a explicar como ese hombre se quedaba con el aire de la sala y lo devolvía en forma de sílabas interminables que hacían vibrar hasta las sillas.

La UPO, por su naturaleza, o a su pesar, logra a veces ser un auténtico templo del conocimiento; sobre todo, cuando propicia espacios para que la comunidad universitaria pueda compartir horas con un auténtico maestro como es Jesús Heredia.

Técnica Superior en Integración Social, Graduada en Trabajo Social, Especialista Universitaria en Mediación, Máster Oficial en Género e Igualdad. Actualmente Doctoranda en CC. Sociales; investigadora...