Reino Unido está cambiando. Y como si lo más imperioso dentro de los miles de males que atosigan a la ciudadanía y a los súbditos británicos fuese la constatación de lo que no se puede comer y beber en la Unión Europea. Se etiqueta como solución a tal demanda no reclamada, para que nadie se beba un vaso de leche con un bocadillo de mortadela en la hora de la merienda sin saber que esos productos no son aptos para el consumo en la Unión Europea, de la que Reino Unido no forma parte ya.

Desde el último cuarto del año pasado hemos visto en los envases de ciertos productos el etiquetado de Not for EU, principalmente en productos lácteos, embutidos y todo tipo de carnes. Léase con ironía pero la advertencia es real.

Una década llevamos con el molestoso Brexit y sus consecuencias afectando en todos los aspectos a las personas.

¿A qué viene esto de Not for EU?

From 1st October 2023, ‘Not for EU’ labels will be included on pre-packed meat products and some dairy products. Pre-packaged meat can be chilled, frozen or dried, but it all needs to include the new ‘Not for EU’ label on the packaging

Aunque Reino Unido no forme parte de la Unión Europea, para poder importar sus productos, estos deben cumplir con unas normas de salud y calidad que a ojos suyos han cambiado. En principio, no debería ser tan novedoso ni debería etiquetarse dentro del mismo Reino Unido, pero la geografía y la política van de la mano se quiera o no. Irlanda del Norte, que es un territorio autónomo británico, comparte una frontera muy delicada con la República Irlandesa, cuyo estado es parte de la Unión Europea.

Red meats: Pre-packaged red meats such as beef, lamb, pork, steak, minced meat, veal and venison will all need to be labelled.

Poultry: Chicken, turkey and quail will all need to be labelled ‘Not for EU’. Products such as fresh roast chicken that is not pre-packaged will not need the new label.

Some dairy products: Pasteurised milk, buttermilk or cream products crossing into NI will need to be properly labelled. As will raw (unprocessed) cheese, cottage cheese, sour cream and crème fraiche.

Esa frontera debe mantenerse lo más tranquila posible, con la apariencia de que no existe, así no revive el fantasma de la oficiosa guerra civil norirlandesa la cual está tan presente como sus murales y políticos bizcos de ideas.

A nadie le sorprende que el Borrador de Windsor (Windsor Framework), los acuerdos entre UE-RU marcaran ciertas excentricidades a ojos de paganos y que solo tienen sentido en un contexto determinado. De tal modo, los productos de Reino Unido no pueden venderse en la República Irlandesa aunque pasaran la frontera de cristal.

Por otro lado, existe el temor de una laxitud a la estadounidense de los productos alimenticios en Reino Unido que a medio plazo serán un ciclón de enfermedades derivadas de la alimentación. Por desgracia, ambas direcciones parecen que son las que se están dando. Hay falta de calidad en los productos, poco saludables y menos controles de salud, junto a la apariencia de que nada ha cambiado en Irlanda del Norte. En realidad, ahora la mayoría social es pro-republicana y mira a la reunificación dentro de una o dos generaciones, cuando las bombas y los asesinatos por la espalda del ejército británico sean el recuerdo de un pasado lejano más en la herida que en el tiempo.

¿A qué productos afectan?

Tampoco ha sido una medida al azar. Los tres grupos afectados están muy relacionados con la economía británica, incluso en Irlanda del Norte, como son la carne, los embutidos y los productos lácteos. Todos ellos atacan de cierta manera a la industria de la república que ve un agravio en el Borrador de Windsor.

No obstante, son más las partes positivas del borrador, en su conjunto, que las negativas, sin decir que la ampliación y absorción del norte en veinte años podría ser una realidad, algo impensable antes de 2016.

En definitiva, lo que se pretende con esta medida es el consumo de todo el producto local antes que el europeo. El problema es que en muchos sectores la capacidad local británica no puede cubrir la demanda, pero a los terratenientes británicos que ahora venden todo lo que tienen, qué les importa:

¡Para eso provocaron el Brexit! Ya mencioné hace algún tiempo la carencia de patatas y el ministro de turno dijo: ¡Qué coman nabos!

El encarecimiento de la cesta básica ha sido otra consecuencia nefasta para la economía local menos pudiente, es decir, el 90% de la población.

¿Qué puede hacer el residente local ante tal situación?

Leer el etiquetado de cada producto ayuda a entender qué garantías de calidad tiene y cómo podría afectar a tu alimentación y salud.

After Britain left the EU in 2020, trading between Northern Ireland (NI) and GB became more difficult and expensive, thanks to the economic border between them. Differing food regulations and laws between the UK and EU meant that products moving between them needed additional border checks and paperwork, which proved costly for exporters and importers.

Obviamente, no sólo hay productos británicos y europeos en las estanterías británicas, también puedes encontrar este etiquetado por ejemplo: UK pig , EU pigs, and non EU pigs en un paquete de jamón dulce o York como popularmente decimos en Andalucía. Aquí queda reflejado que Reino Unido ya aplica otro tipo de controles y no duda en anteponer el mercado sobre la salud. Al fin y al cabo, vivimos en una monarquía neoliberal, ¿no?

The new ‘Not for EU’ labels are part of an agreement between the UK government and the EU called the ‘Windsor Framework.’’-Rebecca Kaya.

En conclusión, busca los productos que tengan garantías y en caso de dudas déjalos en la estanterías, ya sea en Reino Unido como en Andalucía.

Si la Unión Europea ya necesita un giro más social y centrar el foco en la gente, os sorprendería la dirección contraria que han tomado los británicos, hasta el punto de que ya hace cuatros años de la consumación del Brexit.

Hoy nos alimentamos peor y mucho más caro. Y que nadie venga con el cuento de la pandemia y las guerras.

La desafección a la clase política ha creado un muro entre esta y la ciudadanía y los súbditos, pero ese muro no nos aleja de ellos, lo que se consigue es hacerlos más fuertes y separarlos de la realidad, por lo tanto toman más decisiones nefastas para la convivencia y el día a día de la mayoría.

Aquí todo el mundo tuvo una excusa para no ir a votar el día del referéndum y los que fueron abrazaron cualquier mentira jocosa para apoyar la Revolución Conservadora. Sin embargo, ahora todos ellos, como el resto, deben pagar el precio de una alimentación menos saludable y muy cara:

No lo olvides: Piensa, luego existe.

Natural de Sevilla; en la Rábita, el mar me bautizó; aprendí a caminar y hacer travesuras como cazallero; en Dos Hermanas la escuela me dio alas, la Hispalense un motor; luego en México, bravura y...