Los negocios como los almacenes o las fábricas, en los cuales se mueven a diario máquinas de todo tipo, son los que más se benefician del suelo de alta planimetría. De hecho, cada vez son más los lugares en los que los encontramos.

Soportan equipos de carga y transporte sin mostrar signos de fatiga, lo que asociado a su coste, rendimiento y seguridad los hacen muy populares.

¿Qué es un suelo de alta planimetría?

Este es un pavimento de hormigón que se construye con estándares muy precisos. La idea es asegurar que la superficie es muy plana y que está nivelada a la perfección, mucho más que en los suelos “normales”.

No tienen ni irregularidades ni desniveles, algo que se necesita en entornos como los almacenes de estanterías altas, los aeropuertos o los hospitales, donde se buscan entornos que tengan una eficiencia elevada.

La alta planimetría se consigue con materiales de construcción especializados y técnicas complejas. Por ejemplo, el hormigón no se vierte como se hace siempre, sino en losas con tolerancias estrictas.

Además, todos los días se miden las tolerancias de la superficie, lo que garantiza que se mantengan dentro de los límites permitidos en un suelo de alta planimetría.

Aporta muchas ventajas

Pese a que su construcción es más compleja que la de un firme normal de hormigón, las ventajas que aporta en el día a día justifican ese tiempo extra que se tarda a la hora de dejarlo listo.

Es duro y resistente

Hablamos de un hormigón que se diseña para aguantar el desgaste diario, pudiendo soportar el trasiego continuo de maquinaria de todo tipo y de vehículos pesados sin sufrir daños.

También resiste a las manchas y a los derrames químicos, de manera que las fábricas y los talleres se interesan cada vez más por él.

Su resistencia la consigue empleando varias capas en la solera y colocando mallazo electrosoldado debajo.

Tiene un mantenimiento bajo

Los suelos de alta planimetría se caracterizan por no necesitar apenas mantenimiento, algo que es muy apreciado.

Con ello se ahorra tiempo, se evita parar la producción por labores de tratamiento del suelo y se eluden muchos costos asociados a los arreglos del pavimento.

Por eso, a largo plazo es uno de los suelos más rentables que existen. Es cierto que al principio es un poco más caro, pero eso se amortiza con creces conforme pasa el tiempo.

Podemos tener un suelo muy estético

Una solera de hormigón de alta planimetría no solo es resistente y funcional, sino que también llega a ser estética si así lo deseamos.

De hecho, se pueden personalizar con una variedad enorme de acabados, colores y patrones, lo que sirve a la hora de crear un aspecto único y generar imagen de marca.

Esto no tiene mucho sentido en instalaciones cerradas, pero sí en los espacios comerciales y en aquellos a los que accede el cliente, pues aquí la presentación es fundamental y a todos nos gusta ver un suelo bonito, liso y bien cuidado.