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Existen varias teorías que explican que existe una relación entre la alimentación y el estado emocional, por lo que, según éstas, una buena alimentación puede ayudarte a ser un poco más feliz.

Tanto el humor como el estado de ánimo de una persona están influidas por diversos factores como las circunstancias personales, el entorno social, el estado físico, la salud e incluso el clima. Aunque existen nutrientes y alimentos que se relacionan con la producción e inhibición de ciertas hormonas y neurotransmisores que tienen una influencia sobre todo esto.

Siempre que leemos sobre los alimentos que nos ayudan a sentirnos mejor y más feliz, nos hablan de alimentos ricos en triptófano. Se trata de un aminoácido precursor de la serotonina que está muy ligado al bienestar mental. Huevos, chocolate, leche, plátano, cereales integrales… son ricos en él.

Sin embargo, un reciente estudio advierte que aunque una dieta rica en triptófano puede tener un impacto positivo en el buen humor, no es determinante, ya que el entorno de una persona influye bastante. Esta reflexión indica también que consumir una buena cantidad de antioxidantes, que podemos encontrar en frutas y verduras, nos ayuda a conseguir unos niveles óptimos de triptófano, así como realizar ejercicio físico nos ayuda a generar serotonina.

Todo lo contrario ocurre con la comida chatarra, ya que a mayor cantidad de grasas mayor es el riesgo de sentirnos apáticos y deprimidos. De hecho un trabajo canadiense de 2013 analizó los sentimientos de más de 6.500 niños en relación a lo saludable de su dieta. En concreto se valoró la preocupación, la tristeza y la infelicidad. La conclusión fue que menores con dietas más adecuadas mostraban menos esos sentimientos.

Todos hemos escuchado alguna vez que el chocolate ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo, y siempre solemos acudir a él en momentos de tristeza. Pues según un estudio publicado en 2013, esta afirmación no está del todo clara. Ya que, en primer lugar, es la concentración de cacao la que nos ayuda, por tanto se debería consumir cacao puro, y no el chocolate con leche, que es lo habitual. Pero realmente no se sabe cuál de los componentes del cacao tendría esa propiedad y qué concentración es la adecuada para conseguir nuestro objetivo.

Cuando la elección de nuestros alimentos es adecuada a nuestros valores personales, nos ayuda a conseguir un estado de bienestar. Se puede decir que llegamos a sentirnos bien por elegir unos buenos alimentos.  Por tanto, seguir una alimentación que se ajuste a nuestros valores y creencias de lo que debe ser saludable también nos ayudaría a sentirnos mejor con nosotros mismos y eso se reflejaría en felicidad.

En conclusión, podríamos decir que sin necesidad de obsesionarse demasiado llevando a cabo una alimentación rica en antioxidantes (frutas y verduras) y realizando una adecuada actividad física podemos llegar a un buen estado de ánimo. También es importante que comamos de manera coherente con nuestro estilo de vida y ética personal.

De padre sevillano y madre granaína, sevillana a fin de cuentas y trianera por adopción. Es técnico superior de Dietética y Nutrición. Como le gusta predicar con el ejemplo, mantiene una alimentación...