Seguro que ahora que la mayoría hemos vuelto de las vacaciones con unos kilos de más nos hemos planteado que deberíamos ponernos a dieta. Y suele ser habitual que queramos perder los kilos cuánto antes, poniendo en riesgo nuestra salud al recurrir a una de tantas ‘dietas milagro’.
Aunque en su momento os hablé de lo perjudicial que puede llegar a ser llevar a cabo este tipo de dietas, esta vez nombraré algunas de ellas y explicaré cuál es el motivo por el que no de-bemos seguirlas.
Dieta de la piña: Se trata de una dieta a la que recurrimos durante una semana y nos promete perder de 2 a 3 kilos en la misma. Se incluye piña en las cinco comidas del día “por su contenido en vitaminas y alto poder desintoxicante”, no está permitido el consumo de pan y no indica la can-tidad de aceite diario. Otra de sus características es que la cena debe ser antes de las ocho de la tarde. Además de aburrida es desequilibrada y carece de base científica.
Es una dieta rica en hidratos de carbono y pobre en proteínas y grasas que nos puede llevar a padecer déficit de ácidos grasos, vitaminas liposolubles y proteínas. Además puede conllevar a padecer trastornos digestivos e intestinales como cólicos abdominales, flatulencias y diarreas por el excesivo aporte de fibra.
Dieta de la alcachofa: Se suele seguir durante cuatro semanas prometiéndonos una pérdida de peso que varía de entre 4 y 6 kilos, dependiendo de que se haga o no ejercicio. Promete perder peso sin perder la salud, ya que atribuye a la alcachofa propiedades como la acción diurética o hipocolesterolemiante, además de favorecer la digestión de las grasas.
Pero la realidad es que esta dieta acarrea muchos efectos secundarios perjudiciales por su bajo nivel calórico como malestar general, fragilidad en las uñas, insomnio, irritabilidad, ansiedad, depresión, pérdida de cabellos, amenorrea en mujeres, además de trastornos digestivos por la carencia de nutrientes que impide al cuerpo regularse y funcionar correctamente.
Dieta ‘Detox’: Promete perder 3 kilos en una semana. Se dice que es una dieta desintoxicante, con un efecto revitalizante. Durante 6 días el menú se basa en frutas, verduras, yogures y un día pescado. El día 7 el menú está compuesto a base de líquidos. Como en el caso de la dieta de la piña al limitar el consumo de grasas y proteínas provoca una carencia de éstas, de vitaminas liposolubles y de ácidos grasos esenciales.
Además de obtener los mismos resultados negativos por el exceso de fibra disminuye la disponibilidad de absorción de sales minerales. Su baja variedad de nutrientes provocará una carencia nutritiva con repercusiones más o menos graves para la salud.
Dieta Disociada: Promete perder 6 kilos en una semana, en el que dice “movilizar las grasas, quemar los depósitos de glucógeno y eliminar líquido”. Se basa en una dieta en la que no se puede tomar más de un tipo de alimento en cada comida. Aunque deja un día libre. Por su bajo nivel calórico tiene muchísimos efectos secundarios perjudiciales, como es el caso de malestar general, intolerancia al frío, mareos, náuseas, irritabilidad, depresión.
Provoca un excesivo aporte de grasas y proteínas, y un déficit de hidratos de carbono, lo que ocasiona descalcificación ósea y daños renales por exceso de nitrógeno, así como fatiga y mareos por falta de glucosa. La pérdida de líquidos y electrolitos favorece la deshidratación, en consecuencia, pérdida de vitaminas hidrosolu-bles. Eleva los niveles de triglicéridos y colesterol produciendo un riesgo cardiovascular, también eleva el ácido úrico, pudiendo provocar ataques de gota.
Otro efecto negativo es el estado de cetosis al que llega nuestro organismo, producido por la falta de hidratos de carbono que hace que el cuerpo utilice las grasas como sustrato energético con el fin de evitar la degradación de proteína muscular y visceral. La cetosis tiene como consecuencia, además, halitosis, pérdida de apetito y sensación de náuseas. Cabe destacar también que la falta de fibra de esta dieta nos produce estreñimiento.
Con todo lo explicado espero que se tome conciencia de que es necesario perder los kilos que hemos puesto durante el verano sin poner en riesgo nuestra salud. Siempre se debe recurrir a una dieta equilibrada, realización de actividad física y como recomendación importante, acudir a la ayuda de un profesional. No olvidemos que la salud es nuestro tesoro más preciado y debemos actuar con cabeza y sin prisas, que los kilos que rápido se pierden, rápido se vuelven a recuperar.