La difusión de bulos en internet es frecuente debido a la inmediatez de las redes y a la facilidad y rapidez con la que se puede alimentar cualquier «noticia». Recientemente, tras las amenazas de bomba que han surgido en varios países europeos, se ha difundido que España se encuentra en nivel 5 de alerta antiterrorista y, aprovechando la incertidumbre, también se ha publicado que el centro comercial Lagoh se encontraba bajo amenaza de bomba. A pesar de que ambas informaciones eran falsas, estas han recorrido las redes, alarmando a la población y, aunque han sido rápidamente desmentidas, han conseguido sembrar el caos momentáneamente. ¿Qué es lo que ocurre con estas personas que difunden bulos en redes?
En primer lugar, existen distintas formas de alterar el orden público y, aunque la forma más rápida y extendida es la difusión en redes, también pueden ser llamadas falsas a los servicios de emergencias, simulación o afirmación falsa de situaciones de peligro o difusión de mensajes que alteren la paz a través de cualquier medio. Todas estas acciones están consideradas como delitos de desórdenes públicos y acarrean una pena de prisión de tres meses a un año, según recoge el artículo 557-561 del Código Penal.
De tres meses a un año de prisión
El artículo 561 reza: Quien afirme falsamente o simule una situación de peligro para la comunidad o la producción de un siniestro a consecuencia del cual es necesario prestar auxilio a otro, y con ello provoque la movilización de los servicios de policía, asistencia o salvamento, será castigado con la pena de prisión de tres meses y un día a un año o multa de tres a dieciocho meses.
Por ello, es conveniente que, al recibir este tipo de informaciones engañosas, no nos dejemos llevar por lo alarmante de las mismas y no continuemos con su difusión. Es recomendable acudir a las autoridades, consultar los medios y poner en conocimiento de quien sea necesario este tipo de informaciones falsas para su eliminación.