Pedro Sánchez, candidato socialista

Argelia ha llamado a su embajador en España para «consultas inmediatas» después de que Pedro Sánchez se posicionara este viernes a favor de Marruecos, un «cambio repentino» para las autoridades argelinas, que han pedido hablar con su embajador en España «inmediatamente». Así lo ha informado este sábado el Ministerio de Asuntos Exteriores de Argelia, que se ha visto «muy sorprendido» por este «repentino» apoyo de España al proyecto de autonomía de Marruecos.

El país ha visto la decisión del Gobierno Español como «la segunda traición histórica» al pueblo Saharaui, tal y como han expresado fuentes diplomáticas en unas declaraciones recogidas por agencias. «Finalmente Marruecos ha obtenido lo que quería de España», han dicho estas mismas fuentes. La primera traición a la que se refieren es el acuerdo firmado el 14 de noviembre de 1975 mediante el que España cedió la antigua colonia a Marruecos y Mauritania, sin tener en cuenta la palabra de los ciudadanos saharauis.

Argelia, principal proveedor de gas en España

Tras el anuncio, el Gobierno no aclaró este viernes si había informado a Argelia, un país del que España depende energéticamente y que ha mostrado siempre su apoyo a la lucha del pueblo saharaui por la celebración de un referéndum de autodeterminación desde que Marruecos ocupara en 1975 el territorio que, hasta ese entonces, había sido colonia española.

A pesar de ello, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, aseguró que la relación con Argelia es de «socio fiable» y que la «asociación estratégica está llamada a perdurar en el tiempo». El Gobierno, además, negó que vaya a haber represalias en cuanto al suministro de gas.

«Buena» relación con Marruecos

Este mismo sábado, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha defendido que este cambio en la postura del Gobierno español permitirá una relación «buena» y «estable» con Marruecos, de forma que se pueda colaborar activamente «contra las mafias de trata de personas y contra la inmigración ilegal».

Un cambio en política exterior que supone un cambio en la posición histórica de España que, has hace tan solo un día, defendía una «solución política, justa, duradera y mutuamente acordada en el marco de Naciones Unidas», además de la recogida en el último programa del PSOE. Se abre así una disputa con Unidas Podemos y se ciñe sobre el Gobierno una relación con Argelia turbia en un momento crítico por la crisis energética.