Sala de cine / MN4

Aunque pueda pensarse lo contrario, ningún cine puede prohibir que se entre con comida de fuera, ya sea palomitas, snacks, bebida o cualquier otra cosa similar.

Así no ha ce falta que se esconda en el bolso lo que se quiera consumir en el interior, porque las multas por prohibir que lo entres pueden ser muy fuertes para los cines: hasta 6000 euros, tras una denuncia, podrían tener que pagar si vulneran el derecho del espectador a llevar lo que desee.

Según la legislación, ya que la venta de comida no es la principal actividad de los cines, no se les causa un problema económico si se lleva de casa la consumición, por lo que el espectador queda amparado para llevar lo que quiera sin necesidad de esconderlo.

Comprar por obligación las palomitas y chucherías mucho más caras de lo usual, en el cine, ya no tiene por qué ocurrir de nuevo.