Pedro Sanchez durante la primera jornada de la sesión de investidura / Congreso de los Diputados

 La votación realizada en la segunda jornada de la sesión de investidura ha rechazado a Sánchez, tras la abstención de Unidos Podemos. El directo puede seguirse desde el perfil oficial del Congreso:

Durante la primera jornada de la sesión de investidura, Pedro Sánchez ha defendido en su discurso un proyecto de gobierno sin mucho acercamiento a Unidas Podemos, que mantiene en el aire el resultado de las próximas votaciones.

El descenso del paro, promover el feminismo, cambiar la ley en materia de violaciones para que el consentimiento de la mujer deba ser expreso, exhumar a Franco, un nuevo Estatuto de Trabajadores, defender un derecho a la eutanasia, una ley de bienestar animal o la permanencia de Madrid Central han sido algunos de los compromisos de gobierno que ha defendido el presidente en funciones.

Pedro Sánchez no se ha dirigido a Unidas Podemos hasta el cierre de su discurso, que ha durado dos horas. Ha sido entonces cuando ha hablado de la confianza puesta en ellos por los ciudadanos y ha pedido responsabilidad a los diferentes grupos.

Durante las horas previas al inicio del debate, Carmen Calvo y Pablo Echenique mantuvieron una reunión aparentemente sin nuevos avances de cara a la investidura. Aunque Pablo Iglesias renunció a formar parte del Consejo de Ministros el pasado viernes, aún no hay acuerdo en las concesiones de un futuro gobierno de Sánchez a la formación morada.

Tras la reanudación de la sesión de investidura ha sido el turno para los partidos de la oposición. Pablo Casado ha comenzado su intervención reprochando a Sánchez que no haya citado a Cataluña en su discurso. Pese que Sánchez ha pedido tanto a populares como a Ciudadanos que se abstengan en la votación, los dos partidos han ratificado en sus intervenciones que votarán «no» a la investidura.

Albert Rivera ha sido directo con Sánchez y ha recurrido con frecuencia al conflicto catalán. Además se ha autoproclamado con líder de la oposición. «Sánchez tiene un plan y una banda para liquidar España», ha destacado en referencia a Otegi y el nacionalismo catalán y vasco. En la réplica, Sánchez ha recriminado a Rivera que desde su partido tachen a todos de «fascistas», y le ha recordado que «teatro es pactar con la ultraderecha y que parezca un accidente».

Por su parte, el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha ironizado al pedirle «por favor» al candidato socialista a la investidura, Pedro Sánchez, que no reclame también la abstención de Vox como ha ocurrido con populares y Ciudadanos. Iglesias ha recordado que «desde el minuto uno» planteó a los socialistas pactar un gobierno de coalición de izquierdas a los que ellos, ha reprochado, han respondido desde entonces «con excusas». También ha hecho especial hincapié en la reforma propuesta por el PSOE del  del artículo 99 de la Constitución Española, la cual permitiría que una fuerza política pueda formar gobierno sin ponerse de acuerdo con el resto de partidos.

En la respuesta a Podemos, el candidato a ser investido ha querido mostrar sus discrepancias con Podemos en el conflicto catalán. «Hay mucha gente que no quiere seguir la deriva soberanista en Cataluña. El problema es de convivencia, y no con el Estado español, no es un conflicto entre un pueblo oprimido y un Estado que no es democrático. En España no hay presos políticos, sino políticos que han cometido supuestas ilegalidades que están siendo juzgadas», ha recalcado Sánchez.

Segunda jornada de la sesión de investidura

El debate ha continuado durante la mañana de este martes 23 de agosto, con diversos cruces de acusaciones entre los diferentes partidos que han culminado con la abstención de Unidas Podemos en una votación de resultado previsible. Aunque en un principio el partido de Iglesias había indicado que votaría «no», la decisión se ha cambiado a última hora a una abstención en la que ha discordado el «no» de Irene Montero. Se especula que al votar por vía telemática el voto se emitió antes del cambio de opinión de la formación.

La respuesta del Congreso a la propuesta de investidura de Pedro Sánchez ha sido el rechazo de la misma. Por 124 votos a favor, 52 abstenciones y 170 votos en contra, esta primera votación, que debía salir por mayoría absoluta (la mitad más uno), ha tenido el resultado previsto. El mismo Pedro Sánchez afirmaba ya durante su última intervención que realiza este «esfuerzo» «aún sabiendo que probablemente falle».

Durante el debate previo uno de los protagonistas ha vuelto a ser el conflicto catalán. Laura Borràs, de JxC, ha afirmado que «en Cataluña no hay una crisis de convivencia» y ha pedido «respeto» para Torra de parte de Pedro Sánchez.  Más violenta ha sido la intervención previa de Rivera, que ha hablado de la necesidad de frenar al «plan Sánchez» y su «banda». Por su parte, desde el Grupo Socialista, Adriana Lastra ha hablado de «Rivera y sus desvaríos» y se ha quejado de la actitud del Grupo de C’s con una golpe lanzado hacia la polémica del Día del Orgullo: «No monten el pollo más, eso ya lo hacen en las manifestaciones».

Oramas, desde Coalición Canaria, mientras tanto, ha reprochado a Pedro Sánchez que «su soberbia le está matando», y le ha atribuido la responsabilidad de la falta de entendimiento.  Así, ha indicado que en un buen político «la clave es más inteligencia y menos soberbia», cerrando categóricamente su intervención con un «usted está suspendido».

Carmen Calvo había insinuado antes de la votación que se había ofrecido a la formación morada entregar a Irene Montero una vicepresidencia social, algo que los de Iglesias habrían rechazado 20 minutos antes del comienzo de esta sesión. Las negociaciones continúan de cara al jueves, cuando se producirá la última votación, en la que Pedro Sánchez necesitará tan solo mayoría simple (más síes que noes).