El director de la película se siente identificado con el niño que no entiende el llanto de las personas.

La película dirigida por Mohamed Al-Daradji, presentada en el Festival de Cine Europeo de Sevilla nos muestra a un Irak triste, con cientos de desaparecidos, pero con muchas esperanzas gracias a un niño y su abuela en busca de un padre desaparecido.

José Balboa. Ayer pudimos asistir a una de las películas oficiales del Festival de Cine Europeo de Sevilla, con dos sesiones, ‘Son of Babylon’ del fantástico director iraquí que huyó a Holanda, Mohamed Al-Daradji.

La película muestra la forma de ver de un niño que busca junto a su abuela enferma a su padre, un militar que desapareció en la Guerra del Golfo en 1991. Ahmed, el niño de 12 años que busca a un hombre que no ha conocido viaja a lo largo de Irak, de norte a sur para encontrarlo, lo busca en cárceles, y dado que no aparece empieza a buscar por las fosas comunes, todo esto junto a su abuela, una mujer, que a pesar de sus constantes llantos no pierde las fuerzas para seguir buscado a un hijo que fue a jugar a la guerra.

El director de la película hizo esta cinta porque se identificaba con el niño, ya que su tía perdió a su hijo “Yo era Ahmed, porque no entendía por qué lloraban todas las mujeres de la familia” afirma Mohamed.

La trama que nos muestra la desesperación de las personas que han perdido a seres queridos en la guerra de Irak tiene como protagonistas a actores no profesionales, que han vivido situaciones similares, como la abuela del niño, que en realidad, perdió a su marido e hijo.

Esta mujer no quería trabajar, ya que en Irak, es muy raro que una mujer sea la protagonista de una película “yo la convencí porque a través del cine podíamos encontrar a su marido” aseguró el director de ‘Son of Babylon’ y de esta forma después de rodar el film lanzó la campaña ‘Los desaparecidos de Irak’, para encontrar a numerosos seres queridos que fueron a la guerra y no volvieron jamás.

En este mismo viaje, en busca de la protagonista, encontró también a un niño perfecto para el papel de Ahmed, un pequeño que llamaba mucho la atención por su inteligencia, este joven que habla kurdo y árabe perfectamente, hace un papel magnífico, un personaje que evoluciona de la niñez a la madurez a lo largo del viaje de norte a sur de Irak.

La película inundada de un humor negro, mezclado con la cultura del país de origen del director, mostrando música típica de Irak y algunos chistes criticando la sociedad americana o al mismo Saddam Hussein.

La película producida por siete países, donde encontramos Irak, Reino Unido, Holanda, Francia, Emiratos Árabes, Egipto y Palestina, es en general un fantástico drama donde la desesperación de la búsqueda, se une a la tristeza, a las ganas de ser fuerte y el deseo ser feliz.

www.SevillaActualidad.com