Militares acordonando el lugar donde fueron localizados los dos militares fallecidos en la base de Cerro Muriano. - RAFAEL MADERO/EUROPA PRESS

Tres militares han sido imputados por la muerte de los dos soldados en la base de Cerro Muriano (Córdoba). Se trata del capitán a cargo de las maniobras, junto con otros dos altos mandos, según ha adelantado El Confidencial. Sendos jóvenes fallecieron por ahogamiento el pasado 21 de diciembre mientras realizaban una maniobra. El capitán fue retirado de sus funciones de inmediato tras los hechos por el Ministerior de Defensa.

Según las fuentes, los imputados podrían haber violado las normativas relacionadas con la eficacia del servicio militar. Estas están tipificadas como delitos que ocurren cuando un miembro militar incumple sus deberes fundamentales, causando «grave daño en los medios o recursos de las Fuerzas Armadas, o en las personas, o representa un riesgo para el servicio o la seguridad de una fuerza, unidad o establecimiento de las Fuerzas Armadas».

El día de los hechos

Se internaron en el lago parte de los militares que formaban la primera sección a la que se ordenó entrar en el agua. El cruce de la balsa se produjo con la luz del día, cerca de las 9:00 horas, aunque la actividad de los militares se había iniciado horas antes, todavía de madrugada, alrededor de las 6:00 horas, con una práctica de topografía y otra subterránea.

Se explicaron los objetivos y la manera de llevarlos a cabo, se dieron las instrucciones, e incluso se llevó a cabo previamente una prueba fallida antes de que los efectivos entraran en el agua. Además, los soldados entraron al lago sin chaleco para aligerar el peso, según las fuentes.

Al respecto, se había dispuesto una cuerda atada a dos encinas, una especie de guía que dividía la superficie del agua por su parte más corta -la distancia entre orilla y orilla era de unos cien metros-, al tiempo que «no había línea de vida, ni ambulancia ni flotadores o salvavidas a los que poder asirse en caso de peligro», según remarcan las fuentes, para agregar que en la balsa «no se hacía pie».

La práctica se frustró

En este sentido, la práctica se frustró unos minutos después de entrar en el agua los primeros efectivos. De hecho, la segunda compañía no llegó siquiera a iniciar el ejercicio. Los mandos y el resto de soldados que estaban fuera del agua fueron los primeros en socorrer a los compañeros, que pedían auxilio.

Otro de los soldados fue rescatado en parada cardiorrespiratoria. Le salvó la vida otro militar antes incluso de que llegara la ambulancia, al hacerle la maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP). Algunos de los efectivos que iniciaron el rescate terminaron teniendo que ser a su vez rescatados y atendidos por hipotermia. El Ministerio de Defensa apartó del mando al capitán que ordenó el ejercicio horas después del suceso.

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