La Fiscalía pide 9 años de cárcel para el exfutbolista del FC Barcelona Dani Alves, acusado de un delito de agresión sexual por violar presuntamente a una joven en el reservado de una discoteca de Barcelona. Por este hecho, ocurrido el pasado mes de diciembre, también se reclama una indemnización de 150.000 euros para la víctima.

En su escrito, difundido este jueves, la Fiscalía pide, además de la cárcel, que Dani Alves pague una indemnización de 150.000 euros a la víctima de la agresión sexual por las «secuelas físicas y psíquicas» y por los «perjuicios morales sufridos», según han informado a la agencia EFE fuentes jurídicas. Se solicita también la imposición de libertad vigilada por un tiempo de diez años, que se ejecutará también una vez haya cumplido (en caso de condena) la prisión.

Según sostiene la Fiscalía, la noche del 30 de diciembre pasado Alves violó a la joven, tras encerrarla en un aseo de un reservado de la discoteca Sutton de Barcelona, manteniendo una «actitud violenta», dado que para forzarla le propinó varias bofetadas y le estiró del pelo.

Cárcel provisional

La jueza aceptó la petición de la Fiscalía y la acusación particular ejercida por la denunciante y envió a prisión al futbolista el 20 de enero. La magistrada consideró que el jugador presentaba un elevado riesgo de fuga, dadas sus capacidades económicas y que residía fuera de España, en Ciudad de México.

El ministerio público mantiene que la fuerza del acusado provocó que la joven, de 23 años, se quedara «impresionada y sin capacidad de reacción, llegando a seguir que le faltaba el aire dada la situación de angustia y terror ante lo que estaba viviendo».

Debido a los hechos la víctima sufre un trastorno de estrés postraumático elevado, por lo que pide que Alves la indemnice con 150.000 euros por las secuelas que arrastra.

Cambios de versión Dani Alves

Cabe recordar que, sobre lo ocurrido aquella madrugada en un local de la calle Tuset, en la zona alta de Barcelona, el ex lateral del Barcelona y del Sevilla ha cambiado de versión en varias ocasiones. Primero, a preguntas del diario ABC, su entorno aseguró que había estado en la discoteca, pero que «durante poco rato» y que «allí no ocurrió nada». Finalmente, acabó declarando en instrucción que sí mantuvo relaciones sexuales con la denunciante pero que éstas fueron consentidas, y no una violación.

La acusación no solo se remite a la declaración de la joven, sino también a las pruebas que los Mossos recabaron en el local -entre éstas, ADN-, así como varios testimonios, también del personal de la discoteca que atendió a la denunciante aquella noche. Según explicó la víctima, Alves la agredió sexualmente en los lavabos de la zona VIP de Sutton.