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Un niño de tres años de edad ha muerto este jueves en la localidad gallega de O Porriño, provincia de Pontevedra, tras pasar varias horas atrapado en un coche sin ventilación expuesto a altas temperaturas.
Si bien la información al respecto es aún limitada, los avances en la investigación de este caso apuntan a que su madre se había olvidado de llevarle a la guardería antes de llegar a su lugar de trabajo. Por ello, el menor quedó encerrado en el vehículo de la misma en un aparcamiento durante un tiempo prolongado.
Al tratarse de un día inusualmente caluroso para el clima que normalmente caracteriza a Galicia, este niño oriundo de la mencionada localidad de Pontevedra no pudo hacer frente a las temperaturas extremas.
El primero en percatarse de su ausencia en la guardería en la que se supone que debía estar cuando trascurrieron los hechos fue el padre, que había ido a recoger al joven a un centro escolar local cuando se dio cuenta de que su hijo no estaba allí.
En vista de lo acontecido, el Ayuntamiento de O Porriño ha declarado varios días de luto en honor al fallecido, cancelando las fiestas populares que estaban programadas para este fin de semana en el municipio.