El gobierno marroquí ha decidido cerrar sus accesos fronterizos hacia Ceuta. Esto se lleva a cabo después de 36 intensas horas en las que el goteo de inmigrantes hacia territorio nacional ha sido constante. En total, se calcula que han llegado hasta las costas ceutíes alrededor de 8.000 personas, de las cuales ya han sido devueltas 5.000. Por el momento, Marruecos no ha hecho ninguna declaración oficial sobre la crisis migratoria que se vive en Ceuta.

Según fuentes presentes en la ciudad autónoma, estas «devoluciones en caliente» se está produciendo tanto en mayores como en menores de edad. Agentes de la Guardia Civil, de la Policía Nacional, entre otros cuerpos de seguridad, se están encargando de controlar la situación de las fronteras ceutíes.

La embajadora de Marruecos se «posiciona»

La embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, ha sido tajante con respecto a la crisis migratoria de Ceuta y ante la posición que el Gobierno de España mantiene sobre ella. Si bien nuestra ministra de interiores no creía que la entrada masiva de personas fuera una «venganza» por parte del Gobierno marroquí, Karima ha despejado algunas dudas. Asimismo, dijo que “hay actos que tienen consecuencias y se tienen que asumir”. Esto, está relacionado con la decisión de España de tratar al jefe del Frente Polisario, Brahin Gali, aquejado de coronavirus.

Desde Rabat ya se ha llamado a consultas a esta embajadora, por lo que próximamente se dirigirá hacia la capital marroquí para recibir ordenes de la estrategia que desee tomar Marruecos.

Desde España, ayer se desplazó hacia la ciudad autónoma el presidente de España, Pedro Sánchez, para conocer el estado del territorio «in situ». Desde allí volvió a enviar un aviso a Marruecos afirmando que va a defender «la integridad territorial de España con los medios que sea necesario».