Sevilla, mariana, leal, Sevilla desconcertante que a veces parece sin rumbo, que se vuelve pueblo provinciano o capital del mundo según se le antoje, Sevilla, hablando mal y pronto tiene tela, y los sevillanos… ¡ay! Esos sí que somos para echarnos de comer aparte…
Mercedes Serrato. Ojo al vídeo que desde hace un mes circula por la red; Los del Guadalquivir cantando sevillanas a La Resurrección como si de una gloria se tratase y en el fondo, es que litúrgicamente la Resurrección de Cristo es una Gloria… Siento decirlo, por respeto y cariño a Carlos Amigo Vallejo que fue quien hizo a esta hermandad penitencial, incluso lo siento por toda la gente que conozco en la cofradía de la calle San Luís, pero es que es desconcertante lo que ocurre con ellos, más aún si recordamos el empeño en salir el Sábado Santo. No sé si en algún momento la lógica se impondrá y la situación cambiará, porque por supuesto el horario que tienen ahora tampoco me parece el más idóneo, pero tal vez un buen cambio empezaría por entender de buena manera el carácter festivo que tiene su día.
Por otra parte, la ciudad de la dualidad olvidó las cornetas y tambores, apagó el carbón del incienso y se dispuso a llenarse los zapatos de albero y algo de barro. Otro año más, opiniones encontradas con la Portada. Cuando esta recrea una puerta emblemática de la ciudad todo el mundo critica, “Es más de lo mismo” Cuando recrea algo en fantasía como ocurría este año, “Vaya pastiche”. Y es que nunca se sabe como acertar, y en el fondo ¿para qué? La Portada, como la feria en sí, es efímera, se monta, llega su semana grande, la gente pasa por debajo, queda bajo ella, se pierde bajo ella y tras el Domingo de los Fuegos, se desvanece hasta el año siguiente, que volvamos a criticar otra obra arquitectónica pasajera. Y para colmo, en esta ocasión tenemos fotitos de gente haciendo como que el avión les atropellaba…
En lo que quizás últimamente esta ciudad y sus fiestas tienen peor suerte es en el tema carteles, que no es que lo diga yo, creo que es una opinión más unánime, pero eso ya tendrá que ser la grada de otro día…