El Sevilla lleva varios años sufriendo los efectos de una plantilla caracterizada por su excesiva polarización. Con un grupo de titulares bastante definido, los suplentes apenas han aprovechado las oportunidades de las que han gozado, facilitando las decisiones de los sucesivos entrenadores.
Se trata de una situación que los jugadores están tratando de modificar, motivados por la tensión que Unai Emery transmite. El vasco puede sentirse satisfecho de los esfuerzos que viene haciendo el grupo por contentarlo en las últimas fechas.
Es lo que se desprende del partidillo de entrenamiento que los suplentes ante el Celta disputaron este miércoles contra el filial, en el que los componentes de la primera plantilla se impusieron 4-1 con cuatro goles de Babá, auténtico protagonista de una goleada con la que reclama su espacio en el equipo.
En un partido de una hora, con dos partes de 30 minutos jugaron por el primer equipo Palop, Cicinho, Cala, Botía, Moisés, Maduro, Javi Hervás, Stevanovic, Rabello, Reyes y Babá; mientras que por el Sevilla Atlético lo hicieron: Sergio Rico, Juanan, Israel, Martí Tapia, Branco, Marrufo, Cotán, Bunjaku, Menudo, Álex Rubio y Pablo.
Mientras, los titulares continuaron el trabajo suave que este martes iniciaron, y que los debe conservar en óptimo estado físico hasta el partido del próximo sábado en Mallorca, donde no se permiten los fallos para un Sevilla obligado a sumar de tres en tres si desea continuar vivo en la lucha europea. Fazio y Manu Del Moran continuan trabajando al margen y se mantienen como duda para el trascendental duelo en tierras baleares.