Partizado el que se ha vivido en San Mamés con goles, alternativas, miedo, pero al final, la victoria. El Real Betis muestra una pegada descomunal y suma los tres puntos.
Partido de ida de las semifinales de la Copa de la UEFA, temporada 1984-1985. El Real Madrid cae 2-0 en Milán ante el Inter y tras ser cuestionado por el mal resultado cosechado, el inolvidable Juanito soltó con su italiano malagueño una frase histórica en el mundo del fútbol: «Noventa minuti in Bernabéu son molto longo». Ni que decir tiene que el Real Madrid venció 3-0 en el partido de vuelta y se clasificó para la final.
El Betis se plantó en San Mamés con intenciones de hacer buen fútbol y aprovechar la crisis deportiva e institucional en la que está inmerso el Athletic Club de Bilbao. No en vano sus tres mejores jugadores, Fernando Llorente, Javi Martínez e Íker Muniaín no estaban entre los citados por Marcelo Bielsa. Y lo cierto es que durante los primeros cuarenta y cinco minutos los de Pepe Mel no pudieron hacerlo mejor.
Gol tempranero de Rubén Castro, quién si no, para aumentar los nervios locales y asentar el ambiente enrarecido de la grada. Buena jugada de Beñat y pase atrás que el canario no desaprovechó para hacer el primer gol del partido. El Betis se hizo con el control del juego desde el comienzo, con Rubén Pérez haciendo la raya y Beñat demostrando que puede ser una gran inversión para los leones.
Los murmullos en la grada aumentaron de intensidad y los de Pepe Mel dieron un pequeño paso atrás para dar dos adelante en forma de contragolpes rápidos y muy peligrosos que a punto estuvieron de hacer mella en el marcador.
Los béticos no querían desperdiciar los minutos de desconcierto del equipo local y un contragolpe de manual sirvió para que Jorge Molina, colocado en el sitio donde tiene que estar un delantero centro, hiciera el segundo para el Betis.
El tercer gol visitante, cuatro minutos después, estaba reservado para el que todos en Bilbao quieren ver vestido de rojiblanco, Beñat Etxeberría. Balón suelto en el borde del área y chut imparable del vasco. 0-3, minuto 30, varapalo enorme para la grada y el partido que parecía llegar al descanso visto para sentencia.
A menudo, escribiendo previas, crónicas de los partidos del Betis o artículos de opinión, incido en el hecho de que el Betis es el Betis y es capaz de lo mejor y de lo peor. Pasar de la lección de fútbol ofrecida en la primera mitad al esperpento de equipo que se arrastró por el césped la media hora siguiente es algo que sólo puede hacerlo el Betis, y no es la primera, la segunda ni la tercera vez que ocurre desde que tengo uso de razón.
El empuje de los locales apenas si había dado comienzo cuando De Marcos cogió la espalda a Javi Chica -sinceramente, si Nelson no va a jugar por lo que sea, bien por su estado físico o por su relación con Mel, hay que fichar un lateral derecho ya- para acortar distancias.
El Betis, sin motivo aparente, pasó de jugar con sentido y salir a la contra con peligro a dar no uno, sino varios pasos atrás, y verlas venir. Craso error ya que, parafraseando al malogrado Juanito antes citado, «Noventa minuti in San Mamés son molto longo».
El dominio del Athletic aumentó sin oposición alguna del conjunto visitante y en el minuto 66 un córner bien botado fue aprovechado por San José, con la inestimable colaboración de Fabricio, para hacer resucitar a La Catedral y terminar de desquiciar al Betis.
Era más que evidente que el empate iba a llegar, y llegó diez minutos después. Un calco del 2-3, saque de esquina y San José aireando las vergüenzas de una defensa que a balón parado hace aguas. Si de algo sirvió el partido de San Mamés, además de para sumar tres puntos muy importantes, fue para confirmar que el Betis hace muchos goles pero encaja también muchos, por lo que se hace necesaria la contratación de un central que apuntale la defensa.
Cuando todo apuntaba que la remontada vasca se completaría más pronto que tarde, el Betis resucitó gracias a su pegada arriba y a los cambios de Pepe Mel. Pozuelo a pase de Cañas -ambos entraron en la segunda mitad- y Jorge Molina a pase de Pereira -el tercer cambio dispuesto por el técnico madrileño- confirmaron una victoria bética que parecía evidente al descanso y por la que nadie hubiera apostado tras los dos testarazos de San José. 3-5. Y es que el Betis es así y los béticos pueden estar muy orgullosos de la victoria conseguida, algo que podría verse reflejado con un aumento del número de abonados en los próximos días. Negocio redondo.
Pese a ser el primer partido de la temporada, los vaivenes del marcador y los altibajos en el juego bético a buen seguro servirán para concretar qué tiene este Betis y qué le falta. Es evidente que en defensa hay muchas carencias igual que arriba el equipo es rápido, con calidad y pegada. No sé qué pasará con Beñat pero el vasco volvió a demostrar que es imprescindible y su ausencia haría bajar muchos enteros al conjunto verdiblanco.
El objetivo número uno debería ser un defensa central de garantías, y a partir de ahí completar la plantilla. De momento, los de Pepe Mel se estrenarán el próximo sábado en el estadio Benito Villamarín. Será ante el Rayo Vallecano a las 21 horas, televisado por La Sexta en abierto.
Sea cual sea el objetivo del Betis esta temporada, está tres puntos más cerca.
Ficha técnica:
Athletic Club de Bilbao: Iraizoz, Iraola, San José, Gurpegui, Íñigo Pérez, Iturraspe (Ruiz de Galarreta, minuto 24), De Marcos, Herrera (Ibai, minuto 46), Susaeta, Toquero (Aduriz, minuto 46) e Isma López.
Real Betis Balompié: Fabricio, Chica, Paulao, Dorado, Nacho, Agra (Cañas, minuto 60), Rubén Pérez, Beñat (Pozuelo, minuto 75), Juan Carlos (Pereira, minuto 79), Rubén Castro y Jorge Molina.
Goles: 0-1, minuto 7, Rubén Castro. 0-2, minuto 26, Jorge Molina. 0-3, minuto 30, Beñat. 1-3, minuto 46, De Marcos. 2-3, minuto 66, San José. 3-3, minuto 76, San José. 3-4, minuto 80, Pozuelo. 3-5, minuto 86, Jorge Molina.
Árbitro: José Antonio Teixeira Vitienes (colegio cántabro). Amonestó a los visitantes Rubén Castro y Beñat y a los locales Aduriz y San José.