El sevillano Carlos Romero, técnico del cadete A del Cajasol forma, junto con el médico Delfín Galiano, la representación local en el Eurobásket de Polonia en el que España se proclamó campeona. Romero fue el ayudante del delegado Alberto Pérez en la selección.

Sevilla Actualidad. Pese a que por la pista no ha pasado ningún jugador de la actual plantilla, el Cajasol ha tenido su representación en el Eurobásket de Polonia en el que España se proclamó campeona, personificada en Carlos Romero, sevillano que adiestra al equipo Cadete A del club cajista. Romero, de 33 años de edad y profesor, ha ejercido como asistente del delegado de la selección española, Alberto Pérez, por lo que ha debutado en competición oficial con el combinado nacional disfrutando del mayor éxito posible, un título europeo que ha encumbrado aun más si cabe a una generación de jugadores que él mismo califica como “irrepetible”.

Carlos Romero, el único sevillano junto al médico Delfín Galiano en la expedición, lleva cinco años adscrito a la cantera del Cajasol, después de haber trabajado también en el baloncesto de base en clubes como el Compañía de María o el Círculo Labradores. Comenzó su etapa cajista como delegado del equipo júnior, para dirigir luego durante tres años el Infantil A, con el que alcanzó en la primera temporada el cuarto puesto en el Campeonato de España. En la campaña 2009-10 se hará cargo del primer equipo cadete y para él la experiencia en el Eurobásket ha supuesto “un auténtico máster, un curso superior acelerado de gestión de grupos deportivos”.

Su vinculación con la selección española se inició hace un año, al participar en la gira previa a los Juegos Olímpicos de Pekín. A partir de ahí, se creó el cargo de responsable del material, de los transportes y de asistencia al delegado, lo que le permitió entrar en la familia que forma la selección: “Ha sido un orgullo para mí y al principio me costó creer que iba a formar parte de este proyecto. Es un regalo que hay que aprovechar. Soy entrenador pero para mí esto era muy importante. Me siento satisfecho de poder ayudar y facilitar las condiciones de trabajo a los que son protagonistas de todo esto”.

El técnico cajista ha valorado todo lo vivido en los dos últimos meses como “algo impresionante por la experiencia humana y profesional de trabajar con los mejores. Ver cómo se organiza un grupo de esta envergadura, cómo compite, vivirlo con ellos ha sido increíble”.
 Romero ratifica la aureola de ‘buen rollo’ que impregna a la selección española de baloncesto: “Es como una familia. He sido el último en llegar y me han tratado como a cualquier otro, pero desde Sergio Scariolo hasta Pau Gasol. En la expedición el trabajo lo compartimos y todos hacemos de todo, ayudándonos constantemente. Es un ambiente digno de vivir”.

Sus labores en pos de ayudar a los campeones han sido de lo más diversas, desde lavar unos calcetines a mano cuando la premura de tiempo lo ha requerido, hasta controlar los medios de transporte, hacer de conductor o cualquier labor que pudiera facilitar el trabajo del equipo adiestrado por Sergio Scariolo.

Ahora Carlos Romero degusta las mieles del éxito del que ha sido partícipe y espera poder aplicar en su trayectoria profesional las enseñanzas obtenidas del trabajo con la auténtica élite de este deporte. A partir de esta semana se incorpora a los entrenamientos de su equipo, el Cadete A del Cajasol, en las instalaciones del Complejo Deportivo Pino Montano, donde a buen seguro tendrá tiempo de relatar a los chavales una experiencia al máximo nivel.  

Nueva incorporación para el filial

El Cajasol ha cerrado el fichaje del base Daniel del Castillo para reforzar las filas de su filial de la Adecco LEB Plata, el CB Qalat Cajasol. El jugador, que se ha vinculado al club sevillano por una temporada, llega procedente del CB Prat, filial del DKV Joventut también en la tercera categoría del básket nacional.

El ya jugador cajista, de 1,80 metros de altura y 25 años de edad, comenzó su andadura en el mundo del baloncesto en los escalafones inferiores del Regal FC Barcelona, erigiéndose en subcampeón de España júnior en 2002. En la temporada 2004-05, el base militó en el Finquies Olesa de la liga EBA, tras lo cual fue fichado por el L`Alcora de Castellon (EBA), en el que jugó la campaña 2005-06.

El año siguiente (06-07), Del Castillo pasó a defender la camiseta del Rayet Guadalajara, también en la categoría EBA, pasando la temporada posterior a firmar por el WTC Cornellá, filial del Regal FC Barcelona en la Adecco LEB Plata. La pasada campaña, el jugador pasó a formar parte del CB Prat, también de Adecco LEB Plata, con el que jugó un total de 30 partidos en los que promedió 6,4 puntos, 1,4 rebotes, 1,3 asistencias y 1,1 recuperaciones.

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