La muestra ‘Miguel Hernández, a plena luz’ trae a la ciudad hispalense medio centenar de originales del legado del poeta, la exposición se inauguró ayer en la Casa de la Provincia.
El consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, el presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, y el presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes, han inaugurado esta tarde la exposición ‘Miguel Hernández, a plena luz’. En el acto participaron también la directora del Centro de Estudios Andaluces, Mercedes de Pablos y el comisario de la muestra y director del Centro Andaluz de las Letras, Juan José Téllez.
“Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor”. Así empieza la carta que Pablo Neruda escribió en París, en octubre de 1960, para conmemorar el 50 aniversario de su nacimiento y de sus palabras toma nombre esta exposición que rinde homenaje a este poeta universal a través de un recorrido por su mundo. ‘Miguel Hernández, a plena luz’ pretende dar a conocer al público un retrato global de la vida y obra del poeta y no sólo de su última etapa, por más que su figura sea igualmente reivindicada como un hito esencial de la memoria histórica y democrática de nuestro país. Una exposición que presta especial atención al joven luminoso, que convirtió la poesía en su mayor credo.
La Diputación de Jaén, en colaboración con la Junta de Andalucía –a través del Centro de Estudios Andaluces y el Centro Andaluz de Las Letras– la Generalitat Valenciana y el Instituto Cervantes, ha impulsado esta muestra monográfica con motivo del 75 aniversario de su muerte que se ha conmemorado en 2017. Tras su exhibición en Jaén, donde la visitaron cerca de 6.000 personas, la exposición puede verse en la Casa de la Provincia de la Diputación de Sevilla, desde el 5 de abril al 6 de mayo de 2018.
La figura de Miguel Hernández Gilabert (Orihuela, 30 de octubre de 1910-Alicante, 28 de marzo de 1942) es el epicentro de la exposición que incluye medio centenar de piezas originales procedentes del legado del poeta que custodia el Instituto de Estudios Giennenses de la Diputación de Jaén. La selección de materiales así como la propuesta expositiva son obra de Juan José Téllez, comisario de la muestra y director del Centro Andaluz de las Letras. Su intención es ofrecer “una visión de Miguel Hernández que centre el foco no sólo en el hecho de que muriera en la cárcel bajo la dictadura franquista, sino también en la aventura vital de un hombre que con apenas 32 años desarrolló una capacidad creativa excepcional, que le llevó a salir de su Orihuela natal y viajar a un Madrid apasionante donde fluían las ideas y una nueva forma de vida e incluso conocer territorios como la Unión Soviética y su activa participación en la Guerra Civil”.
Diez espacios de vida y medio centenar de piezas originales
Para establecer este recorrido por el universo hernandiano, el comisario ha estructurado la muestra en diez grandes bloques temáticos que recorren sus momentos de luz y también aquellos en los que se hizo la oscuridad: Infancia, Religión, Eros y Símbolos, Ideología, Amor, Literatura, Guerra, Cárcel, Muerte y Resurrección. Fotos a gran formato, textos del autor y sus contemporáneos, obras artísticas y el eco en los diarios del momento van componiendo en el visitante el mosaico de la vida de Miguel Hernández, fugaz y a la vez eterna.
Entre el medio centenar de piezas originales que ofrece la exposición se pueden ver varias cartas manuscritas de la correspondencia que mantenía Miguel Hernández con autores como Pablo Neruda, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca y Ramón Sijé, además de las que enviaba a su mujer Josefina Manresa, fundamentalmente durante los años de la Guerra Civil y en su estancia en la cárcel. Se incluyen también las primeras ediciones de algunas de sus obras como ‘Perito en lunas’ (1933), ‘El rayo que no cesa’ (1936) y ‘Viento del pueblo; poesía en la guerra’ (1937), entre otras. Además, se pueden observar objetos y documentos personales como sus calificaciones académicas en el Colegio Santo Domingo de Orihuela (1923-1924) y diversos retratos del poeta como el famoso dibujo realizado por Antonio Buero Vallejo durante su estancia juntos en la cárcel de Conde de Toreno (Madrid) y el realizado por la miliciana Rosario La Dinamitera.
La exposición se encuentra jalonada por fotografías que ofrecen un recorrido visual en el que la figura del poeta está presente en cada uno de los episodios, para llegar a un final, la Resurrección, en las que se unen todas las etapas.