Finaliza el rodaje del debut de Jaime Osorio Márquez en la dirección, una cinta de terror que nos llega directamente desde el país sudamericano.
Antonio Sánchez-Marrón. Jaime Osorio Márquez escribe y dirige esta historia acerca de nueve soldados de élite que son enviados a una base militar que pudo haber sido víctima de un ataque de la guerrilla. Al llegar, los soldados se encuentran sólo a una campesina encadenada. La base permanece totalmente aislada del mundo y fruto de ello, los soldados comienzan a comportarse de manera extraña mientras intentan averiguar la identidad de la joven encadenada. Pronto, todo se convertirá en una lucha por la supervivencia donde todos son enemigos de todos.
Desde una zona del planeta desde la cual ultimamente sólo nos llegan historias dramáticas sobre la inmigración y dramas familiares o relacionados con las luchas entre la clase poderosa y los campesinos en retratos de sociedades de países tan diferentes como Venezuela, Brasil o México.
Colombia, un país marcado por el cine relacionado siempre con la lucha contra los paramilitares o el narcotráfico, se mueve ahora por exportar un cine diferente y lejos de los tópicos universales sobre el país. Para ello, Jaime Osorio Márquez ha probado con el terror psicológico en una historia que promete sobresaltar al espectador mientras se introduce en la trama de los soldados abandonados a su suerte en la más pura incomunicación.
Sin duda, habrá que darle una oportunidad al cine colombiano alejado de las mejores historias dramáticas que nos han regalado en los últimos años como por ejemplo, Maria Llena eres de Gracia, sobre el tráfico ilegal de cocaína.
El director pasa de la televisión y los spots publicitarios a ser en los últimos tiempos uno de los creativos más reputados de las artes audiovisuales colombianas. La cinta con la que debuta en el mercado internacional cinematográfico está producida por Alta Films y aún no tiene fecha de estreno, aunque no se descarta que sea a finales de este mismo año.