La galería de arte contemporáneo Haurie (C/ Guzmán el Bueno, 9. Sevilla) recoge desde el pasado 6 de Mayo y hasta el próximo 6 de Junio la colección `Pinturas´ del pintor malagueño Juan José Gómez de la Torre en horario de 11:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00 horas de Lunes a Viernes y de 11:00 a 14:00 horas los Sábados.
Marta Salguero. La Galería Haurie es una de las pocas galerías sevillanas de arte contemporáneo que no se ha dejado llevar por el auge del abstracto moderno que suele primar en el arte contemporáneo actual ya que suele dedicar su espacio al arte figurativo.
En estos días podemos disfrutar de la colección de J.L. Rodríguez de la Torre que es una colección llena de sensibilidad y que evoca a los sentidos, calando desde su primera pintura en el espectador y trayéndo recuerdos de otras épocas, obras y momentos.
Para conseguirlo, el autor utiliza una pincelada precisa y sencilla, pero llena de fuerza, y el color, fiel arma del pintor en todas sus obras.En ellas, apreciamos dos influencias fundamentales.
Por un lado, el Impresionismo y sobre todo Claude Monet, muy presente sobre todo en los cuadros que nos muestran barcas y estructuras(que nos recuerdan a la pintura al aire libre parisina)y que son tomadas como escusa para mostrar reflejos de color en el agua.Y por otra parte tenemos los cuadros llenos de color, un color vivo y casi agresivo que nos recuerda a la pintura fauvista de principios del siglo XX.
Por último, el autor muestra algunas pinturas más cercanas al abstracto. Es el caso de Palmera, una obra que se aleja de lo figurativo (al contrario que en la serie de barcas donde el pintor trabaja más el dibujo)pero que sigue mostrando ese color vivo presente en otras obras de la colección.
Es pues esta, una colección llena evocaciones y poesía, ya que como dice el pintor Rafael Macías “Es Juan José de la Torre un poeta de la pintura cuyo instrumento es el color y en la primera mirada nos perdemos porque nos obliga a deletrear cada trazo y cada mancha”.
Con esta colección el autor se aleja de la pintura actual para recuperar de alguna manera el pasado y revisar así nuestra propia historia del arte.