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Cuenta con una sala de lectura diáfana, puestos de estudio y recursos para el aprendizaje, docencia e investigación.

La Universidad Pablo de Olavide ha inaugurado esta mañana la segunda y la tercera fase de su Biblioteca. Presidido por el rector Juan Jiménez y por Francisco Triguero, secretario general de Universidades, Investigación y Tecnología, este acto supone la finalización de las obras de remodelación de un edificio que data de 1956 y que en su día albergó los antiguos talleres de la Universidad Laboral. Tras una década de trabajos, con un presupuesto de 12.416.000 de euros, culmina de esta forma un proyecto que dota a la universidad de un centro de recursos para el aprendizaje, la docencia y la investigación integral, al servicio de toda la comunidad universitaria y de la sociedad en su conjunto.  

El origen de la Biblioteca de la Universidad Pablo de Olavide se remonta a 1997, año de fundación de la Universidad. En aquel entonces ocupaba 436 m² en el edificio “Gaspar Melchor de Jovellanos y Ramírez”, con 172 puestos de lectura y 9 ordenadores de uso público. En el año 2000, el equipo de gobierno de la universidad se plantea la necesidad de ampliar estas dotaciones y comienza el proyecto de rehabilitación del edificio actual. Una nave diseñada según el estilo de arquitectura industrial del momento y que servía de fábrica para los oficios que los alumnos de la antigua Universidad Laboral aprendían. 

El edificio contaba con una superficie construida de 14.952 m2, que se mantiene hoy día, y tres diferentes unidades constructivas y funcionales. Al norte, un prisma alargado de dos plantas hacía las veces de aulario. Al sur, y dispuesto de forma paralela, otro prisma más corto albergó los cuartos de máquinas. La zona central fue la gran sala taller, con una cubierta dotada de lucernarios lineales que proporcionan iluminación cenital. En la planta baja se encontraban los accesos, vestuarios, aseos, salas de profesores y de prácticas, entre otras dependencias. 

Sobre esta base trabajó Juan Manuel Rojo Laguillo en su proyecto de rehabilitación, una Biblioteca con casi 15.000 m2 dispuesta en una planta de 10.500 m2, 7.300 de los cuales están dedicados a albergar una sala de lectura diáfana de más de 5 metros de altura. Un proceso de reforma que, por su dilatación en el tiempo, ha evolucionado de forma natural para adecuarse a los cambios que se están produciendo en el entorno de la educación superior y la investigación. La adaptación a estos nuevos modelos, que requieren nuevos espacios y equipamientos, fue transformando las instalaciones planificadas en la idea original. A ello hay que sumar la rápida evolución de las tecnologías digitales, que tienen una presencia constante en la Biblioteca. 

La Biblioteca

En la actualidad, la Biblioteca cuenta, entre otros espacios, con una sala de lectura con capacidad para 200.000 volúmenes y 834 puestos de estudio, una hemeroteca, una mediateca, un área de investigación, cuatro aulas de informática, un laboratorio multimedia, nueve salas de trabajo en grupo, dos salas de grados y trece seminarios de usos múltiples. En estas instalaciones, para la prestación de los servicios se utilizan las ventajas que ofrece la tecnología digital, como el acceso WiFi, la gestión documental por radiofrecuencia (RFID), los sistemas automatizados de control de acceso o el servicio de autopréstamo y autodevolución. Además, se comunica con sus usuarios a través de las redes sociales y mediante el envío de mensajes SMS.

La ausencia de barreras arquitectónicas es otra de las características de este edificio. La mayor parte de los puestos, colección documental y servicios se encuentran en la planta baja lo que facilita el acceso a los mismos. Pero además, se han realizado las adaptaciones necesarias para atender a la diversidad funcional de los usuarios. Por último, la concepción modular de las instalaciones permitirá garantiza la readaptación a los cambios que puedan producirse en el futuro a un coste mínimo, con lo que no se ha agotado la capacidad de crecimiento para poder ofertar nuevos servicios y equipamientos. 

Otra característica de la Biblioteca de la Universidad Pablo de Olavide es su apertura al gran público. Cualquier ciudadano puede acceder al edificio y a sus recursos sin apenas restricciones, aunque no esté formalmente vinculado a la comunidad universitaria. En este sentido, los antiguos alumnos conservan una relación permanente con este servicio como usuarios externos preferentes, favoreciendo de este modo el aprendizaje permanente y el apoyo a los egresados. Por otra parte, el edificio cuenta con instalaciones que lo transforman en un espacio cultural y social, donde desarrollar actividades para todos los públicos.

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...