Virgen del Patrocinio
Virgen del Patrocinio - José Luza Boza

Nuestra Madre y Señora del Patrocinio, dolorosa de la sevillana Hermandad de «El Cachorro», recorrerá en procesión extraordinaria las calles del barrio de Triana el próximo domingo, 26 de noviembre, solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo (popularmente conocida como Cristo Rey) con motivo del L aniversario de su bendición.

La corporación del Viernes Santo sevillano, a través de su página web, ha hecho público el recorrido que seguirá la dolorosa del Patrocinio en la referida salida extraordinaria, el cual comenzará a las 16:15 horas y discurrirá por: Castilla, Plaza del Altozano, Pureza, Párroco don Eugenio, Pelay Correa, Santísimo Cristo de las Tres Caídas, Luca de Tena, Pagés del Corro, San Jacinto, Alfarería, Ronda de Triana y, de nuevo, Castilla para regresar a la Basílica del Santísimo Cristo de la Expiración.

La hermandad, por otra parte, ha puesto a disposición de cuantos vecinos quieran unas balconeras conmemorativos del que han llamado «Año Patrocinio». El objetivo de esta iniciativa es que tanto los hermanos como los devotos de la Virgen del Patrocinio adornen las calles del barrio de Triana de cara a la próxima salida extraordinaria de la dolorosa del Viernes Santo. Cabe señalar que las balconeras, cuyas medidas son 0,70 x 1 metro, pueden adquirirse en las dependencias de la corporación religiosa a un precio de 12 euros.

El incendio que conmocionó a la calle Castilla

El 26 de febrero de 1973, hace ahora 50 años, la actual Basílica del Santísimo Cristo de la Expiración sufrió un fortuito incendio en el que si bien la imagen del Santísimo Cristo de la Expiración se salvó milagrosamente, la de la Virgen del Patrocinio, que estaba a sus pies, fue totalmente destruida por las llamas según el testimonio de Rafael Blanco Guillén.

Mientras que Francisco Herrera del Pueyo (diputado de Juventud) y Joaquín Rodríguez Noguera intentaban localizar sin éxito las llaves del templo, Rafael Blanco, natural de Alcalá de Guadaíra y, por aquel entonces, empleado del polvero que se ubicaba frente al templo, se armó de valor, trepó hasta el balcón y rompiendo los cristales se adentró en la iglesia.

Arriesgando su vida, se acercó al altar mayor de la entonces capilla, donde se había dispuesto esa misma mañana el altar efímero para la inminente celebración del quinario al Cristo de la Expiración. Acto seguido, apartó los candeleros que ardían y vertió un jarrón de agua sobre las piernas de la imagen realizada por el utrerano Francisco Ruiz Gijón.

Desgraciadamente, nada pudo hacer el alcalareño por la titular mariana, obra del insigne imaginero sevillano Cristóbal Ramos, pues ya entonces se hallaba totalmente carbonizada. Sin embargo, unos días después del trágico suceso, y gracias a un reportaje fotográfico facilitado por José Garduño Navas; Luis Álvarez Duarte, que había conocido los hechos por su amigo Pepe Gómez Clérigo, cofrade del Cachorro y del Museo, modeló en barro una mascarilla que seguía el patrón de la anterior imagen de la «Señorita de Triana».

Medio siglo de la «Señorita» de Triana

La Virgen del Patrocinio que podemos ver hoy en día es una obra del «Niño Imaginero» realizada en madera de cedro. Como puede leerse en la página web de la hermandad del Viernes Santo, se trata «una imagen bellísima, de gran finura y elegancia, que repite la torsión de su cabeza hacia el lado izquierdo, y en la que destacan sus ojos oscuros, no de cristal sino pintados sobre la madera. Como la primitiva, no tiene lágrimas, pero presenta un recurso derivado de la aplicación de barniz transparente en el borde de los párpados inferiores que consigue el sobrecogedor efecto del comienzo del llanto, y con la luz de las velas da la impresión de que, de un momento a otro, las lágrimas van a comenzar a resbalar por sus mejillas. La boca casi cerrada y el hoyuelo de la barbilla junto con la encarnadura realizada al óleo, que recrea las del siglo XVIII, son otras características que ponen de manifiesto la calidad tanto del modelado como de la policromía».

La nueva imagen mariana, en cuyo pecho se ubicaron las cenizas de la anterior, se concluyó en un tiempo récord, y se bendijo el 15 de abril de 1973 (Domingo de Ramos). Las crónicas de entonces recogen que la nueva talla impresionó tanto a los vecinos y miembros de la corporación de la calle Castilla, que incluso el cantaor flamenco Manolo Mairena se arrancó y le cantó una saeta compuesta por José Mena Martagón: «Y no pudieron las llamas / destruirte, Patrocinio / que el corazón de Triana / te ha devuelto a tus dominios / igual de hermosa y gitana».