Tras tres años de ansiosa espera en la localidad onubense de Almonte, la Virgen del Rocío se prepara para volver a su Aldea con dos fechas a tener en cuenta: la procesión por Almonte y el traslado al Rocío. Este martes, la Blanca Paloma amanecía sobre el nuevo paso que la hermandad Matriz de Almonte ha encargado, y sobre el cual procesionará tanto en la localidad almonteña como en la aldea del Rocío.

La primera cita importante en el calendario será el próximo domingo 22 de mayo cuando, tras la función principal de instituto que pone fin a la novena que se celebra desde este 12 de mayo y que tendrá lugar el día anterior, la Virgen del Rocío saldrá a las calles de Almonte «con sus galas de reina», en una procesión para la que el municipio onubense se viene engalanando desde hace semanas, con guirnaldas de papelillos de papel y catedrales efímeras por las calles de Almonte.

Una semana después, se producirá el ansiado traslado a la aldea del Rocío. Un traslado que debería haberse producido una semana antes de la Romería de 2020, pero que, a causa de la pandemia del covid-19, se ha dilatado durante tres años. Al llegar la madrugada, los almonteños sacarán a hombros de la parroquia de la Inmaculada Concepción a la Blanca Paloma para que recorra las calles de su pueblo por última vez hasta el año 2026. Antes del alba, en el parque del Chaparral, sus camaristas le colocarán el polvero que le protegerá de la nube de polvo que la irá acompañando en su travesía hasta la aldea del Rocío.

Una vez llegue a la aldea, serán de nuevo las camaristas quienes descubran el rostro de la Virgen del Rocío, que volverá a ver las marismas de Doñana que han estado huérfanas de su presencia durante los tres últimos años. Esto ocurrirá cuando tan solo quede una semana para que vuelva a visitar a las 124 hermandades filiales en la madrugada del Lunes de Pentecostés.

Periodista 'todoterreno'. Enamorado del balompié y de sus variantes. Apasionado por conocer. 'El fútbol es la cosa más importante de las menos importantes'. Arrigo Sacchi.