Dos crucificados de Ruiz Gijón para el año de la fe, túnicas lisas o bordadas para los nazarenos, galas de moda cofrade sobre un misterio. Sevilla Actualidad enumera alguna de las curiosidades del evento de la Cuaresma.

La Cruz de Guía de la hermandad de El Silencio abre la comitiva del magno Via Crucis porque representa las cinco cruces de Jerusalén. Cuando realiza estación de penitencia, el Viernes Santo, le cantan una saeta a la salida de San Antonio Abad, al ser también titular de la hermandad.

El Lignum Crucis: el acto termina con la bendición del arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, con esta reliquia. Al igual que la Cruz de Guía de El Silencio, es titular de la hermandad de la Vera Cruz. Se trasladará a la Capilla Real de la Catedral en la víspera del domingo, y llevará acompañamiento musical de un coro de cuatro voces.

La imagen del nazareno de Juan de Mesa, Jesús del Gran Poder,  irá con una túnica lisa, mientras que el que tallase Juan Martínez Montañés, titular de Pasión, irá con una túnica bordada con hojas de acanto del siglo XIX. El Señor de la Redención también irá con una túnica bordada, imagen que se ve en Sevilla por primera vez, ya que tradicionalmente se presenta ante la feligresía con túnica lisa.

El misterio de la hermandad de San Esteban volverá a lucir la indumentaria que llevaba antes del año 2000, las que lucen habitualmente desde la entrada del siglo XXI son diseños del los sevillanos Victorio & Lucchino.

Las hermandades de San Gonzalo, La Estrella y El Cachorro formarán un único grupo que irá desde el Altozano hasta la Catedral.

Monte-Sión llevará en los codales de los ciriales los escudos del resto de cofradías del Jueves Santo; Torreblanca (única hermandad de vísperas que asiste a un Vía Crucis) llevará en sus candelabros de guardabrisas los escudos de las hermandades que procesionan en las vísperas, así como los codales del arzobispo Asenjo y de hermandades honorarias.

El Carmen Doloroso espera estrenar la terminación del dorado de su paso, prevista para la Semana Santa 2013, mientras que el Señor de la Salud de Los Gitanos estrenará  una nueva parihuela del paso. El crucificado de Las Siete Palabras  ha presidido los cultos de Cuaresma desde su paso, al igual que lo han hecho el Cristo Yacente, del Santo Entierro. El crucificado de Juan de Mesa, el Señor de la Conversión,  de la hermandad de Montserrat, se quedará en su paso tras el Vía Crucis.

El Cachorro, obra de Francisco Antonio Ruiz Gijón, lucirá una imagen poco usual y recupera la corona de espinas y las potencias. Con el crucificado en su paso, la Virgen del Patrocinio preside por primera vez el altar mayor. El Cachorro no es la única imagen de un crucificado del imaginero utrerano que destacará en los actos del año de la fe. El Cristo de los Vaqueros (1677), ha sido trasladado desde la ermita de Escardiel en la Sierra, para presidir el 23 de febrero el Via Crucis parroquial en Castilblanco de los Arroyos.

También se verán imágenes curiosas y distintas a las que nos ofrece la Semana Santa, al discurrir de las distintas hermandades por las calles de la ciudad, ya que la mayoría realizan itinerarios diferentes al de sus estaciones de penitencia.

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