Los profesionales sanitarios se han concentrado en todas las provincias de Andalucía para protestar por la Orden del BOJA publicada en el día de ayer, que establece medidas en materia de recursos humanos para la gestión de la crisis sanitaria en el SAS.
Este cambio en el BOJA deja sin efecto las limitaciones relativas a la duración de la jornada, al trabajo en turnos y a los periodos mínimos de descanso diario y semanal. Anula los descansos, las vacaciones reglamentarias o excedencias por cuidados de familiares e hijos.
Además, obliga al personal a moverse entre distintos centros (incluso de distintas localidades) y suspende la exención de guardias para mayores de 55 años. De igual forma, deja en suspenso los plazos para la toma de posesión del Concurso de Traslados y las oposiciones del SAS.
Esta Orden suprime «los derechos de los profesionales sanitarios» y es considerada por los sindicatos como un «atropello a las condiciones laborales de los trabajadores de la sanidad pública andaluza».
«La mayor vulneración en décadas»
El Sindicato de Enfermería denuncia que «con la excusa de la pandemia», se vulneran por la Junta derechos fundamentales de los trabajadores. La CSIF (Central Sindical Independiente y de Funcionarios) ha anunciado que está estudiando acciones legales para recurrir dicha orden.
El Consejero de Salud y Familias Jesús Aguirre firmó ayer domingo el BOJA sin negociación previa con las organizaciones sindicales. El gerente del SAS además «se ha marchado» tras realizar su intervención en la Mesa Sectorial sin «oír a los sindicatos», según informa la CSIF.
Esto es lo que más ha fastidiado a los sindicatos. Las malas formas de la Administración Sanitaria Andaluza que no sólo no ha negociado con los representantes de los trabajadores sino que ni siquiera les ha informado previamente.
Los profesionales sanitarios se encuentran exhaustos después de un verano con la Atención Primaria desbordada, y ahora con la saturación latente en plantas de hospitales y en las UCI. Pese a que «alguna de las medidas pudiera justificase con el estado de la pandemia», las concentraciones convocadas en las ocho provincias reivindican que sus derechos «no pueden ser reducidos a nada».