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Expertos de la Universidad de Sevilla estudian las condiciones del aire y el suelo en la zona.

El grupo de investigación de Mineralogía Aplicada de la Universidad de Sevilla ha elaborado una cartografía detallada de los diferentes tipos de escombreras acumuladas en la zona de Riotinto (Huelva), con objeto ver la distribución areal de estos materiales (superior a 18 Km2) y realizar una caracterización químico-mineralógica, que sirva como base para valorar su potencial contaminante que permita en futuro establecer medidas de recuperación. Además se está estudiando el efecto ambiental del material particulado atmosférico derivado de estos residuos mineros, en la calidad del aire y de los suelos de la comarca, ya que pueden representar un foco de contaminación importante que en ocasiones es posible mitigar.

Los resultados obtenidos hasta el momento indican que la mayoría de los suelos agrícolas de la zona no tienen elevados contenidos en elementos traza, aunque hay puntos donde el nivel de arsénico, cobre o plomo superan los valores de fondo para el dominio geológico estudiado. Respecto a la calidad del aire, los contenidos de metales  filtros estudiados no conllevan actualmente  riesgos para la salud.

“Se han dispuesto un total de cinco captadores de partículas en el área minera, sedimentables y en suspensión, cuyos filtros se recogen una vez al mes para analizar los elementos trazas presentes en el aire y verificar si son o no inhalables por las personas”, explica Isabel González Díez, responsable de la investigación y catedrática de la Universidad de Sevilla, quien añade que también se están realizando estudios de modelización, para ver cómo se dispersan estos elementos y poder conocer sus fuentes potenciales de contaminación. Los datos obtenidos han permitido disponer de un fondo geoquímico del material particulado, que se podría ver afectado si se reanudara la actividad minera en la zona.

El Grupo va a iniciar una nueva línea de investigación, junto con investigadores de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla y de las universidades de Columbia y Harvard, con la que tratarán de solucionar algunos de los problemas de estabilidad de los suelos del área urbana de Sevilla. En concreto, se intentarán obtener estructuras sólidas a partir de estructuras granulares (arenas, limos, arcillas) y poblaciones de bacterias (Bacillus pasteurii entre otras),  para su posterior uso en construcción y restauración.

“Estamos muy contentos porque estamos formando a nuevos doctores y se están leyendo tesis doctorales de casi todos las líneas de investigación que abarcamos”, destaca González Díez. Y es que el abanico de aplicación es más amplio aún, ya que el grupo lleva años estudiando el llamado “mal de la piedra”, así detectan cualquier alteración o anomalía presente en distintos materiales usados en monumentos andaluces como la Torre del Oro de Sevilla, la Alhambra de Granada, las catedrales de Guadix, Málaga o Cádiz, entre otros,  y proceder a su restauración. Minerales y rocas industriales y el tratamiento de arcillas completan las líneas de actuación de este grupo de investigación.

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...