Los habitantes de Alcalá de Guadaíra tendrán un aliciente más para pasar su tiempo de ocio ya que dos de los parques de la localidad van a cambiar de aspecto. El característico Parque de Oromana con nuevos columpios para el deleite de los más pequeños, y el Parque Gustavo Adolfo Bécquer con la mejora de sus instalaciones, su mobiliario y su vegetación.

Los alcalareños más jóvenes están de enhorabuena ya que la zona infantil del Parque de Oromana en Alcalá de Guadaíra va a ver ampliados sus columpios. Así lo ha aprobado el Ayuntamiento a través de la Delegación de Servicios.

Este parque, situado en el entorno de Oromana, junto al Hotel del mismo nombre, es el espacio más grande que la localidad dedica a los más pequeños y por ello es uno de los que más visitas recibe.

Así, quedarán instalados dos nuevas unidades de teleférico de 4 metros de ancho, por 3 metros de largo y 3,5 de alto, dos unidades más de vaivén, además de una zona de juego infantil de muelle y dos unidades de tirolina, que han tenido mucho éxito en el Campo de las Beatas.

Pero además de divertirse, los niños estarán seguros ya que no sólo van a instalarse columpios nuevos sino que se van a mejorar los ya existentes con asientos de seguridad, y otros elementos como cuercas, tornillería, paneles o postes indicativos. Las obras ya han empezado y, con un presupuesto de 20.000 euros, se espera que estén acabadas en el plazo de un mes. 

El Parque Gustavo Adolfo Bécquer estará listo a finales de año

El Parque Gustavo Adolfo Bécquer, en la barriada del Campo de las Beatas, también está siendo objetivo de las obras pero en este caso de adecuación y pavimentación. Las actuaciones más importantes se están llevando a cabo en los caminos, hasta el momento realizados en el albero de Alcalá, aunque también en los distintos tipos de instalaciones.

Las arquetas y registros, así como la reposición de la red de riego y el alumbrado público, serán puestos a punto. Del mismo modo, se procederá a la plantación de 500 ejemplares de thuja, y al pintado de la escalera y el muro de cerramiento. En cuanto al mobiliario, se instalarán 13 bancos y, tanto estos como las farolas del entorno, la barandilla de la escalera o las cuatro papeleras se recubrirán de pintura antioxidante.

Al tratarse de un proyecto más ambicioso que el del Parque de Oromana, cuenta con un presupuesto mayor, cerca de los 30.000 euros, y se prevé que esté acabado a finales de año.