joaquin ferrera 100316

El petting podría definirse como la práctica sexual que se centra en el contacto físico entre los miembros de la pareja encaminado a la excitación sexual mutua sin llegar a realizar el coito.

Esta práctica sexual incluye diversos contactos físicos como roces, besos, caricias… que se realizan mutuamente los miembros de la pareja con intención de incrementar la excitación sexual sin llegar a practicar la penetración. En este juego sexual se pueden utilizar las manos, la boca, la lengua o cualquier otra parte del cuerpo que se desee. El término petting suele utilizarse de forma más específica para referirse a la estimulación sexual que se centra en los genitales.

Esta experiencia sexual requiere cierto grado de complicidad y de comunicación entre los miembros de la pareja, con objeto de que lo que cada uno hace sea de agrado para ambos. Para ello es importante poder expresar sin miedos lo que a cada uno le gusta hacer o que le hagan o incluso aquellas prácticas que claramente le desagradan.

La práctica del coito es sólo una parte de la relación sexual. Las relaciones deben ser más amplias y enriquecidas con todo tipo de juegos y sensaciones. Centrar la experiencia sexual en la penetración es limitar en gran medida las oportunidades de disfrutar de las grandes posibilidades de la sexualidad. En este sentido, es importante señalar que muchas mujeres prefieren, antes que la penetración, experiencias más sensuales del tipo que estamos hablando.

El hombre normalmente puede llegar al orgasmo a través de la masturbación, el petting o a través de coito. Sin embargo, en las mujeres y de forma muy habitual, los movimientos de la penetración no suelen ser suficientes para alcanzar el orgasmo. Por lo cual, si la mujer quiere llegar a este punto, requiere además de la penetración una estimulación extra, normalmente del clítoris, que puede realizarse con los dedos, la boca o con un juguete sexual. El petting, por tanto, permite alcanzar el orgasmo a ambos miembros de la pareja y en algunas mujeres puede ser la mejor o incluso la única forma de alcanzarlo.

Por tanto, debemos relativizar la gran importancia que muchos hombres (a veces, también mujeres) otorgan a la penetración. Muchas personas, sobre todo hombres, han considerado desde siempre que la penetración es la parte principal de una relación sexual y lo demás es de segunda categoría. Pero según las consideraciones anteriores, es más bien una falsa creencia y una irrealidad.

Podríamos preguntarnos… ¿y cuando se practica el petting? En la sexualidad, como en las buenas comidas, en la mayoría de ocasiones cuantos más ingredientes lleve pues más sabrosa está. Por tanto, el petting debería estar presente en todas las relaciones sexuales que tengamos, ya que enriquece la experiencia sexual.

Por otro lado, existen situaciones donde el petting es una excelente opción:

– En la adolescencia, cuando todavía no se está preparado psicológicamente para una relación sexual que incluya la penetración o no se den condiciones sociales para poder realizar el acto sexual.

– Aquellas parejas que por razones morales, religiosas o de otro carácter deseen tener experiencias sexuales sin llegar al coito hasta que formalicen en matrimonio su relación.

– Como una variante más de sexo seguro, de prevención de embarazos no deseados.

– Para aquellas parejas que tengan problemas sexuales (impotencia, bajo deseo sexual, anorgasmia…) como fase inicial de una terapia sexual.

En definitiva, y a tenor de lo comentado, el petting es un aspecto positivo. Viene a sumar sensaciones, a incrementar nuestras experiencias eróticas y a fomentar la satisfacción en nuestra sexualidad, que de eso se trata.

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