El diseñador sevillano Hugo Zapata, en colaboración con el ingeniero informático también sevillano David Oviedo, ha ideado un método para generar un registro genético propio y único que mezclado con las tintas en la imprenta hacen que cada ejemplar de sus diseños lleve impreso su ADN.

El punto de partida es el plasma sanguíneo de Hugo Zapata, del que, tras secuenciar su ADN, se procesa un líquido inocuo que se mezcla con los tinteros de la imprenta. Ese vector en formato líquido se incorpora en la proporción y densidad exacta para que no altere el comportamiento y las propiedades físico-químicas de la tinta. De esta manera, queda fijado en todos los ejemplares impresos en esa tirada el ADN secuenciado de su creador. El ADN biológico se procesa mediante inteligencia artificial para obtener un bioalgoritmo, creando de esta manera una huella única digital que es una reproducción de la biológica.

Estos rastreadores genéticos digitales generan un registro inviolable e irreproducible, que queda intrínsecamente ligado a cualquier obra o creación digital. Los expertos conocedores de esta nueva tecnología la han bautizado como una especie de NFTs de segunda generación.

La principal innovación que aporta Cromotika es que los sistemas de seguridad ligados a los NFTs están basados en algoritmos matemáticos, mientras que esta nueva tecnología tiene un fundamento genético, cuya base es el ADN de una persona, por tanto único, inviolable e irreproducible.

Hugo Zapata, impulsor de esta tecnología, apunta que el objetivo inicial de este desarrollo era «como para todo creador, por un lado, buscar un método universal para proteger la propiedad y la identidad de cada obra y, por otra, imprimir mi sello más personal a cada creación, y que mejor manera de garantizar mi participación en cada diseño que con una parte de mí mismo ahí dentro».