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Ubicado en el término municipal de Utrera, justo en medio del citado municipio y Las Cabezas de San Juan, se encuentra El Torbiscal, una aldea abandonada que tiempo atrás gozó de una gran salud.
El Torbiscal comienza a construirse en el año 1947 con el fin de proporcionar un hogar a las familias de los trabajadores de la finca del mismo nombre, ubicada a muy poca distancia del poblado. El enclave es una finca de 1600 hectáreas de regadío y otras 1000 hectáreas de secano.
En la década de los 70 y los 80 poseía una gestión modélica, dirigida por el economista José Luis Pablo Romero, quien aplicaba una gestión moderna y optimizada, con la presencia de ingenieros agrícolas y otros profesionales, así como con el uso de sistemas de riego sofisticados, avanzadas técnicas agrícolas experimentales, y modernas instalaciones ganaderas.
En esa época, su plantilla estaba próxima a los doscientos empleados fijos, número que llegaba a duplicarse con la contratación de trabajadores eventuales. El Torbiscal estaba totalmente equipado, con escuelas, servicio médico, economato y hasta un teatro donde también se realizaban proyecciones cinematográficas.
El declive de El Torbiscal comenzó durante la década de los 90. El principal problema fue la combinación de un cambio en el modelo agrícola y el envejecimiento de la población. Los primeros colonos que allí llegaron comenzaron a jubilarse, pero su descendencia buscaba su futuro fuera del poblado.
El Instituto Nacional de Estadística ha ido registrando el descenso de la población de El Torbiscal a lo largo de los años. Según el organismo, en el año 2000 había allí 120 habitantes, pero en 2013 apenas quedaban diez.
Desde su despoblación, El Torbiscal ha sido escenario de partidas de airsoft, curiosos de lo paranormal han ido a investigar posibles apariciones y encuentros sin explicación, y ha sido usado por el ejército de tierra para simular tácticas de guerra urbana. Además, está reconocido como Patrimonio Inmueble de Andalucía y figura en la base de datos del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico.
Desafortunadamente, actualmente se encuentra en la lista roja de patrimonio por el estado ruinoso en el está. Hay edificios que están completamente derribados, otros están tal cual se dejaron (incluso con mobiliario y enseres) y otros están a medio camino. Uno de los edificios que aún están en pie es el teatro, uno de los más icónicos del pueblo y que tuvo capacidad para hasta 200 personas.