José Luis Sanz sigue poniendo en marcha varias de sus propuestas y medidas como nuevo alcalde, así como estudia otras actuaciones que influyan en el día a día de la ciudad, destacando el nuevo uso de las cámaras del centro histórico.
Haciendo referencia a la ruta de actuación seguida por los gobiernos de todo tipo de capitales europeas a este respecto, el popular destaca que la inversión en videovigilancia se traduce en resultados directos y positivos sobre la seguridad de la urbe.
Estos dispositivos se reparten entre distintas ubicaciones del casco antiguo de la ciudad (50 cámaras) y el barrio de Triana (15 cámaras) con el fin original de detectar irregularidades al volante. No obstante, y con la gran masa de turistas de la zona como motivo principal, Sanz está sopesando replantear su uso para garantizar su seguridad, así como evitar que se involucren en actividades ilícitas o molesten a los vecinos.
Esta propuesta responde a la creciente necesidad de la ciudad para paliar los incontables efectos negativos de un mercado turístico local masificado, que espera aumentar considerablemente su volumen en este verano.
De seguir adelante este proyecto de Sanz con la seguridad en mente, no cabe duda de que las cámaras del centro de la ciudad pueden ser un instrumento determinante para cuidar su patrimonio histórico y el bienestar de sus habitantes.