Una cámara de seguridad ha captado como una joven era agredida por un asaltante usando la técnica del mataleón en el Cerro del Águila, Sevilla. Los hechos ocurrieron el pasado 20 de enero y en las imágenes se puede observar como el atacante se va acercando poco a poco a la víctima. Sin tiempo de reaccionar, el asaltante rodea el cuello de la chica y la deja inconsciente momentáneamente.

En ese momento, el delincuente le quita el bolso y comienza a cachearla para comprobar si lleva algo de valor. La joven vuelve en sí e intenta agarrar a su asaltante, pero este huye corriendo del lugar con el bolso de la víctima.

Dos agresiones más

No es el primer ataque que sucede en Sevilla con el modus operandi del mataleón. El día 28 de enero, una agente de Policía Nacional sufrió la misma agresión en la avenida de Kansas City, pero afortunadamente intervinieron rápidamente un legionario y un vigilante de seguridad, que redujeron al atacante y socorrieron a la víctima.

La última agresión se produjo el pasado fin de semana, también el 28 de enero, en la avenida de San Francisco Javier. Según recoge Diario de Sevilla, el joven víctima del ataque caminaba por la mañana escuchando música cuando se abalanzaron sobre su cuello aplicando la técnica del mataleón.

La víctima no perdió la consciencia pero sí que quedó aturdido en el forcejeo. El atacante robó su móvil y huyó del lugar. El joven asegura que el atacante conocía bien la técnica porque él mismo ha estudiado artes marciales y sabe cómo zafarse de ella, cosa que no pudo hacer la mañana de la agresión.

¿Qué es la técnica del mataleón?

El ‘mataleón’ o también llamado ‘hadaka-jime’ consiste en una técnica de artes marciales para someter al contrincante. Se trata de un estrangulamiento sanguíneo que realiza el agresor en la zona del cuello y le provoca una pérdida de conciencia total o parcial del conocimiento.

Para ello, se le inmoviliza por la espalda, rodeando el cuello con los brazos. Una práctica que si se lleva al extremo, ejerciendo más presión en el cuello, causa una estrangulación respiratoria y puede ocasionar una lesión en la tráquea.

Para liberarse de un mataleón, aunque es difícil, en primer lugar hay que apretar el nervio radial del agresor y agarrar el brazo que nos asfixia con las dos manos, subiendo la barbilla, para intentar evitar que el atacante nos siga ejerciendo presión. De este modo se consigue liberar la carótida y se permite el riego sanguíneo. Una vez liberados, la mejor opción es huir lo más rápido posible.