cerveza

La doctora Ascensión Marcos, directora del Grupo de Inmunonutrición del Departamento de Metabolismo y Nutrición del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición, ha afirmado que el consumo moderado de cerveza no es incompatible con una alimentación saludable.

El II Congreso de Obesidad que se celebra en Sevilla ha arrojado estas buenas noticias para los amantes de la cerveza. La doctora sostiene que un consumo moderado de cerveza podría formar parte de una alimentación equilibrada, según la ponencia que ha impartido sobre los “Efectos de un consumo moderado de esta bebida fermentada sobre la composición corporal”, en el marco del II Congreso de Obesidad y Complicaciones Metabólicas que tiene lugar estos días en Sevilla.

El mito de la barriguita cervecera se desmonta gracias a la exposición de esta profesional de nutrición que ha comprobado que el consumo moderado de bebidas fermentadas no está relacionado con sufrir obesidad, ya que el aporte calórico de estas bebidas es bajo. Así, la causa de ese sobrepeso no estaría en la bebida, sino en los malos hábitos alimenticios, la vida sedentaria e incluso la genética.

Ya sea tradicional o sin alcohol, la cerveza no provoca aumento de peso ni modificaciones en la composición corporal. Además, las mediciones antropométricas realizadas a los participantes no mostraron cambios en la circunferencia del brazo, cadera y cintura, ni alteraciones significativas en los pliegues cutáneos.

De otro lado, la investigación “Relación entre el consumo moderado de cerveza, calidad nutricional de la dieta y tipo de hábitos alimentarios”, realizada por la Dra. Rosa María Ortega Anta, Catedrática del Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, y por el Dr. Lluís Serra Majem, Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, concluye que las personas que ingieren cerveza de forma moderada suelen presentar mejores hábitos alimentarios y mayores niveles de HDL (colesterol bueno) y menores de LDL (colesterol malo) que los no consumidores.

Es por ello que Ascensión Marcos en su informe ‘Efectos de un consumo moderado de cerveza sobre la composición corporal’ considera que, “es necesario desterrar el falso mito de la barriga cervecera ya que la bebida no es culpable de la obesidad”.